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Cultura Editorial

El adiós a un grande: Alta Gracia despide a Pepe

Alta Gracia. Tan hermosa, tan cultural. Con sus museos, sus parques, su naturaleza. Escribir acerca de todo lo fascinante que posee esta ciudad es imposible, son demasiadas cosas. Sin embargo, hay una premisa básica de esta ciudad: el paisaje es maravilloso, y su gente también lo es.

A veces en el alto, otras veces en el Tajamar, pero siempre con una sonrisa. Por supuesto que estoy hablando de Pepe. Un personaje al que todos en la ciudad llegamos, al menos, a saludar en una ocasión.

Hablar con Pepe era alegrarse un poquito el día. Con un simple “Hola chica, ¿cómo te va?” o un “¿Todo joya, amigo?” empezaba conversaciones con cualquier persona que estuviese en su camino. Y a la hora de charlar, la gama de temas de conversaciones era amplia: Pepe hablaba del clima, de sus días como trabajador en el Cine Monumental, de política. Una persona sumamente sencilla y culta.

Y bueno… Eso es la humildad, ¿no? Hablar de lo que sea con quien sea, sin importar nada, solo tener a una persona al frente dispuesta a charlar. Pepe era eso, era la humildad. Una persona, y por qué no, un personaje digno de Alta Gracia.

Es por eso que ayer 7 de Julio, a todos se nos cayó la sonrisa al enterarnos que Pepe había fallecido. Muchos llegamos a sentir que un poquito de Alta Gracia se fue con él. Tengo la certeza que a muchos se nos va a hacer extraño caminar por la ciudad y no verlo ni saludarlo.

Algunos proponen hacerle un monumento en el Centro de la Ciudad, otros hacer el 7 de Julio feriado local. Y realmente no es para menos. Pepe merece todos los homenajes posibles, así también como el respeto de todos los ciudadanos.

Sin duda alguna, Pepe fue alguien importante para nuestra cultura local. Así también como alguien que más de una vez nos sacó al menos una sonrisa. Una persona que merece estas palabras y muchas más. Vivirá en la memoria popular de la ciudad para siempre. Hoy, llenos de nostalgia, decimos: Chau, Pepe. Te vamos a extrañar.

nakasone