AG Noticias
Diez notas sobre el Diez

Diez notas sobre el Diez: La frustración como motivación

Diez notas sobre el Diez: La frustración como motivación

Como homenaje a Diego Maradona, y a todo lo que nos dio como futboleros que somos, AGNOTICIAS publicará una serie de artículos titulados «Diez notas sobre el Diez». Periodistas de nuestra redacción, y columnistas invitados desgranarán cada día, una historia distinta recordando el genio del fútbol mundial.

La frustración como motivación

Michael Jordan demostró en su serie autobiográfica, The Last Dance, lo que puede lograr la furia, la rabia, el enojo, el resentimiento y hasta la frustración como disparadores. “Es lo que necesitaba para motivarme”, dice todo el tiempo Jordan, a un nivel de repetición exagerado.

La primer frustración que recibió Diego Armando Maradona en su carrera futbolística fue cuando todo venía bien. El mismísimo Diego dijo que estaba tan afilado como nunca estuvo en su vida. El joven talentoso, que ya llamaba la atención de todos, fue convocado para la selección nacional que, bajo la conducción de César Luis Menotti, se estaba preparando para jugar de local el Mundial 1978. Así el 27 de febrero de 1977 quedó marcado para siempre en la historia del fútbol porque con apenas 16 años, Maradona debutó en el equipo argentino durante un partido amistoso frente Hungría. Diego entro a los 20 minutos del segundo tiempo.

El pibe de rulos debutaba en la selección mayor

«Pelusa» la rompía en Argentinos y tuvo otras presentaciones con el seleccionado. Pero recibió la noticia más dura de su carrera hasta ese momento: Menotti no lo convocó al Mundial por su juventud. Maradona se encontraba concentrado junto a otros 24 jugadores en un predio de José C. Paz utilizado por la AFA como lugar de entrenamiento, cuando el 19 de mayo de 1978 el flaco le comunicó que no iba a tenerlo en cuenta. Mario Kempes dijo que la decisión había sido lógica, en aquel momento. Había una sobreabundancia de número 10 en el equipo.

Esto significó un golpe muy duro para Diego. Pero al igual que Jordan, la frustración solo fue combustible para hacerse un mejor jugador. Cuando volvió a jugar en Argentinos, metió 2 goles y 2 asistencias ante Chacarita. El «funebrero» fue la primer víctima de una fiera encendida.

Maradona tendría su revancha un año después, en el Mundial para juveniles organizado por Japón. Nuevamente conducido por Menotti, el Diego brilló en el Sudamericano sub 20 y en la Copa América del 79′, preparándose para el Mundial. El Diez tuvo que usar la 6 en su dorsal, D10S todavía era Die6o.

D10S siendo Die6o

El 26 de Agosto de 1979 Argentina debutó en el Campeonato Mundial juvenil ante Indonesia. Goleada 5-0 a favor nuestro, tres goles de Ramón Díaz y otros dos de Maradona. Le siguieron el 1-0 ante Yugoslavia y el 4-1 contra Polonia, asegurándose el primer lugar del Grupo A.

Argelia sufrió un 5-0 en los cuartos de final, Menotti sacó a Diego a los 12′ del segundo tiempo con el partido definido, provocando su calentura. Él quería jugar todo. El pase a la final se certificó con el 2-0 ante Uruguay, fue la revancha de la final del Sudamericano que perdió el seleccionado unos meses antes contra los orientales. Goles de Ramón Díaz y de Maradona. En el último partido estaba la poderosa Unión Soviética.

Ese equipo argentino generó lo que nunca antes había generado otro: el pueblo futbolero se despertaba a la noche y se levantaba a observar por la TV en blanco y negro al conjunto nacional.

La gran final fue en el imponente estadio Nacional de Tokio, donde el equipo albiceleste se impuso por 3-1, a pesar de comenzar perdiendo.

La temible asociación Díaz-Maradona del Mundial Juvenil 79′

Un penal de Hugo Alves, una corrida de Ramón Díaz y un magnífico tiro libre del 10 fueron suficientes para cantar victoria en Japón. Un equipo que enamoró a la distancia y que dejó un recuerdo imborrable en cualquier aficionado futbolero argentino.

Diego Armando Maradona, con casi 19 años, pisaba fuerte en el fútbol mundial. Ya no era una promesa, era una realidad y el pueblo futbolero sabía que el «pibe de oro» iba a llegar lejos. Aún así, sorprendió a todos.

nakasone