Su mismo nombre nos remite a quien fue sino el fundador, quien le dio visos de Villa a la vieja Estancia de Alta Gracia. Por ello, nombrar a la Escuela Manuel Solares es hacer referencia ineludible a quien fue su mentor. Ayer, 9 de mayo, la escuela más antigua de nuestra ciudad cumplió años.
La historia de la Escuela Manuel Solares se remonta al año 1820; cuando se fundieron los destinos de José Manuel Solares y la de la Estancia de Alta Gracia. Solares compra la Estancia en subasta pública a los herederos de Santiago de Liniers convirtiéndose así en su propietario. Un año más tarde, en 1821 funda la escuela, que por entonces funcionaba en una pieza -cedida como aula- de la casa de su propiedad. Tenía por entones solo 8 alumnos, hijos de peones y trabajadores de su dominio. Así fueron sus inicios.
Durante cuatro décadas, transitó éxitos y sinsabores. Pese a ello, Solares nunca renunció a que la bandera de la educación para los hijos de estas tierras y la sostuvo como fuera lugar. Hasta que en 1865 -un 9 de mayo- la escuela que había fundado Solares te transformó en Escuela del Estado a través del Decreto 105. El 23 de agosto de 1868 José Manuel Solares fallece. Deja en su testamento que la escuela siga funcionando en los terrenos de su casa en el lugar donde se ubica hasta nuestros días.
En el año 2000 los bienes jesuíticos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad, la escuela forma parte del Área de Protección del primer Orden, ha sido proclamada Patrimonio Histórico de Interés Municipal. En el año 2015 cumplió su 150 aniversario (como Escuela del Estado).
Esta es la fecha (9 de mayo de 1865) que se toma como la de su fundación. Aunque la historia real evidentemente nos remonta a aquel lejando 1821 cuando el propio Solares abrió sus humildes puertas.
Hoy la escuela cuenta con una matrícula de 353 alumnos, distribuidos en dos secciones de 1º a 6º, directora, 2 vicedirectoras, 12 docentes de grados, 3 docentes de Ramos Especiales, 7 docentes de Jornada Extendida, 2 agentes de Paicor, 3 auxiliares de limpieza, 2 tareas pasivas que cumplen funciones administrativas y 2 administrativas.
Breve historia de su edificio
El edificio, ubicado frente a la plaza principal de la ciudad de Alta Gracia, fue construido en 1882 en un terreno legado para tal fin, por José Manuel Solares, está declarado Patrimonio Histórico de Interés Municipal. Además, forma parte del Área de Protección del Primer Orden e integra la zona de amortiguación que preserva los bienes jesuíticos declarados Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.
En 1882 quedó inaugurado el nuevo salón construido para la Escuela de Alta Gracia. El edificio, de material cocido asentado en cal” con “dos puertas de cedro y una ventana de hierro”, medía “quince y cuarta varas de largo por cinco y cuarta de ancho y seis de alto” y tenía capacidad para sesenta alumnos. Todo ello, de acuerdo a los documentos de la época.
El antiguo inmueble albergaba a la Escuela de Niñas, por la tarde y al Colegio Santiago de Liniers de varones a la mañana. De hecho, en 1953 se unieron la escuela Solares, con la Santiago de Liniers. En 1956, se separaron nuevamente, quedando la de Niñas a cargo de Ana de Taubas.
Por sus espacios han pasado numerosos niños y niñas, es por esta causa que muchas veces se recibe la visita de personas que transitaron su vida escolar en su seno, hijos de aquellos alumnos, o admiradores de los mismos.
A través del tiempo, por sus aulas pasaron miles de personas que con el correr de los años formaron parte de la vida activa de la ciudad, el país e incluso el mundo.
Galería de nombres
Siempre con el concepto de que nombrar a algunos significa olvidarse de muchos, nos atrevemos a recorrer lo los nombres de algunas de sus directoras. Es así como surgen Margarita Funes, Angela Lucero, Ernestina de Montamat; también Zulema Isla, Sofía de Sibilia, Angélica Oviedo Bustos, Ventura de Gastaldi, Elba de Zubberti, Ana de Taubas…. y siguen los nombres.
Nombres que hasta hoy (su actual directora es Nancy Negro) siguen izando la bandera cada mañana, apostando a la educación como la más importante herramienta para construir futuro.
Desde estas páginas, un GRACIAS enorme a todas a quienes hemos nombrado, por su tarea y empeño. Y un perdón a quienes no hemos mencionado, claro está.
La Escuela Manuel Solares fue y continúa siendo mucho más que una escuela. Por sus instalaciones, a lo largo de su historia, albergó una sala de teatro, funcionaron el Rincón Belgraniano y el Sanmartiniano, contiene ediliciamente a la Biblioteca Nicolás Avellaneda (que en sus orígenes fue biblioteca escolar); a su vez, fue escenario para diferentes eventos organizados por el Municipio y la Provincia.
Lo que se dice, una historia muy rica, con abundantes legados educativos y culturales que hacen hoy, de la Escuela Manuel Solares un verdadero símbolo de la ciudad. Un ícono educativo que está cumpliendo 155 años… aunque si fuéramos rigurosos, diríamos que son 199….
NOTA: para la confección de este artículo, nos hemos basado en los archivos históricos que posee la Escuela Manuel Solares, y nos apoyamos en los trabajos de investigación realizados por la docente e historiadora, Nilda Moreschi.