Quien narra esta historia es una joven vecina de nuestra ciudad que, como unos cuantos más, terminó siendo positivo de Covid-19. Nos cuenta en su relato cómo fue enfrentarse por primera vez al desconocido ámbito del hisopado y la zona de aislamiento.
Un relato en primera persona que pone al descubierto los sentimientos, pero también el trabajo de los profesionales de la salud. Todo ello, en un escenario de voluntades y limitaciones.
¿Para qué venis? Me dice una señora vestida con un traje enorme, con gafas para ver y 3 barbijos superpuestos. Le dije que tenía 37 y medio de fiebre, que me dolía la cabeza y un poco la garganta. Me hizo ingresar directamente a la guardia.
“Antes que nada, te pido que no me mientas, se fueron dos personas que decían que tenían fiebre cuando no es así, solo querían hacerse el control por las dudas por haber tenido contactos no directos y no estrechos con alguien con covid 19”, aclaró la médica, antes de dejarme hablar.
De repente me apropié de sus ojos cansados, estaba estresada, estaba afligida y yo la entendí. Me explicó que la guardia solo era para urgencias, que los hisopados no se realizaban de esta forma; que tenía que esperar el llamado del COE o comunicarme con el COE.
Cuando le dije que el número telefónico del COE no funcionaba, me miró con decepción, me expresó que en esa guardia sólo eran tres personas; que hacía más de 12 horas estaba trabajando, y antes de mí, en las últimas horas ya había realizado más de 15 hisopados.
Me expresó su bronca, contándome que todo el tiempo viene gente a hisoparse por las dudas, sin ningún tipo de síntoma y que lamentablemente ya, a esa hora, ellos se estaban quedando sin hisopos. Antes de salir, se escucha la voz de otra mujer, quien le aclara que quedan 7 hisopos y que los mismos serán los únicos que tendrán para toda la noche.
Me retiré del recinto luego de ser hisopada, no pensando en mi estado de salud, no pensando en cómo me sentía. Me fui pensando en ella, en las personas que esperaban, en los siete hisopos y las largas horas que le quedaban por delante en una larga noche de indiferencia para ella y sus compañeros de parte del sistema sanitario.
Gracias a usted, quien haya sido…
(NOTA: la persona autora de estas línea se encuentra actualmente en aislamiento domiciliario, y en buen estado clínico)
