Una de las grandes fiestas del año estará marcada en esta ocasión por la pandemia. No tiene fecha fija y depende directamente de la Semana Santa.
Entre la segunda y la tercera semana de febrero, además de celebrarse San Valentín, tiene lugar una festividad cada vez más extendida en todo el territorio nacional: los Carnavales. Durante estos días, las calles de todo el país se llenan de alegría, música y color con bailes y disfraces de todo tipo.
Este año, sin embargo, la situación será muy diferente: la pandemia del coronavirus ha apagado una de las últimas fiestas celebradas en 2020 antes de la declaración del estado de alarma. En 2021, el Carnaval será de forma virtual en muchos lugares, mientras que en otros directamente se han cancelado. Pero, ¿de dónde nace esta tradición tan arraigada en nuestro país?
Origen y significado de la fiesta de Carnaval
Su origen se remonta a hace miles de años: existen evidencias de esta celebración en el pueblo sumerio, hace 5.000 años.
Lo que hoy conocemos y celebramos bajo el nombre de carnavales entonces eran los Saturnales, una festividad romana celebrada en honor del Dios Saturno. Fue cuando el cristianismo se extendió cuando cogió más impulso y adoptó el nombre de carnaval. El motivo principal era el hecho de despedirse de comer carne y de llevar una vida desenfrenada durante el tiempo de cuaresma. De ahí que, en estos días, valiera prácticamente todo: disfrazarse, taparse la cara con una máscara ya permanecer en el anonimato.
Así, los días previos al Miércoles de Ceniza era cuando se iniciaba la Cuaresma: cuarenta días, hasta el Domingo de Resurrección, en los que se guardaba abstinencia, recogimiento y ayuno, además de oraciones y penitencia. Una de las teorías del origen etimológico de la palabra carnaval es la del historiador Jacob Burckhardt, quien en el Siglo XV aseguró que procedía de ‘carrus navalis’, expresión latina empleada para dar nombre a una procesión de máscaras en honor a la Diosa Isis. Otra, en cambio, hace referencia al término italiano ‘carnevale’ y ‘carnelevale’ alteración del latín ‘carnelevare’, compuesto por carne (carne) y levare (quitar), en referencia a la Cuaresma.
Cambio de fecha del Carnaval
A pesar de ser una fiesta muy extendida en todo el mundo, no tiene una fecha concreta. Y su celebración, pese a tener un origen pagano, está relacionado directamente con una de las grandes fechas cristianas: la Semana Santa.
Fue el emperador Romano Constantino el Grande, en el año 325 después de Cristo, quien señaló que la Semana Santa comenzaría el domingo siguiente a la primera luna llena tras empezar la primavera. Además, antes de la Semana Santa se acordó que hubiera un periodo de 40 días (Cuaresma), en el que los fieles debían practicar penitencia. Así, la Cuaresma son los días que hay entre el Miércoles de Ceniza y el Jueves Santo.
Carnaval en Argentina
Según se puede leer en la web del Ministerio de Cultura de la Nación, el carnaval fue introducido en Buenos Aires por lo españoles. En un principio era una celebración pagana pero de origen cristiano, vinculada a los días previos a «limpiar la carne», que desemboca en la prohibición religiosa de consumirla durante los cuarenta días que dura la cuaresma.
Esta festividad era distinta según los sectores sociales: en tiempos de la Colonia, los sectores populares participaban en los bailes de máscaras que se realizaban en el teatro de La Ranchería, mientras que los sectores pudientes lo hacían en la Casa de Comedias.
Como en la actualidad, el carnaval también ocupó el espacio público: bailes y juegos con agua inundaron las calles, lo que eran «costumbres bárbaras» para las clases altas, que se oponían al festejo.
Entre 1829 y 1852 se censuró por decreto hasta 1854. Ese año el gobierno de Buenos Aires autorizó la realización de bailes de máscaras y juegos de agua.
En 1869, durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, se promueve el primer corso oficial de la Ciudad de Buenos Aires. Fue el propio Sarmiento quien, tras un viaje por Montevideo, Río de Janeiro, Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y Cuba, queda maravillado por la idea del anonimato de los disfraces como forma de borrar, por un instante, la desigualdad de clases sociales.
En el siglo XX la influencia de los inmigrantes italianos y españoles fue resignificando el carnaval. Tomaron protagonismo las murgas, que comenzaron a bailar y tocar en los corsos.
Durante la dictadura cívico-militar, se eliminó al carnaval del calendario oficial de festejos y se detuvieron sus manifestaciones callejeras. En 1983, desde la vuelta a la democracia, regresó el festejo, a pesar de que sólo habían sobrevivido una decena de murgas.
En el año 2010 se restituyeron oficialmente los feriados nacionales del lunes y martes de carnaval. Así regresaron los festejos masivos en las calles de todo el país.
Fuente: Argentina.As
