Un mix tentador para los robos. Un terreno baldío con yuyos altos, tapias que nunca son lo suficientemente altas, edificaciones sin habitantes y falta de iluminación. Las denuncias son de barrio Parque Virrey.
En barrio Parque Virrey Este, la ola de robos ya esté preocupando seriamente a los vecinos. Las denuncias se suman unas con otras para convertir la preocupación de uno en la de todos.
«Es la tercera vez que me roban en casa. Vivo del otro lado de la tapia de una capilla que está abandonada, sin gente y sin iluminación y los ladrones trabajan en la oscuridad, muy tranquilos», denuncia una vecina en diálogo con AGNoticias.
La capilla en cuestión es el Salón Capilla Espíritu Santo, ubicado en calle Lorusso al 800, de barrio Parque Virrey. Pertenece a la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima y usualmente ha sido utilizada para dictar clases de catecismo. La situación de pandemia ha hecho que no haya movimiento en la capilla y por ende, el predio luce abandonado y sin gente.
Ello hace que los lotes donde se encuentra estén descuidados, con yuyos altos y se conviertan en refugio de malvivientes. Los vecinos de la zona lo sufren.
«Estamos pensando en conformar un grupo de whatsapp con otros vecinos de esta zona. Esto, o poner alarmas comunitarias porque la situación ya no se aguanta. A mí me robaron tres veces, pero hay otros muchos vecinos a los cuales les ha pasado lo mismo», agregó la vecina.
Por otra parte, y como para dar muestra de lo que viven los vecinos del sector, agregó que «yo tengo niños chicos y desde ahora, con mi marido hemos decidido que cuando hay que salir, o sale él, o salgo yo. Que alguien siempre quede en casa. El último robo fue a las siete de la tarde, no es que hayan entrado a robar a las 3 de la mañana».
Habla el Padre Leandro
Como es nuestro estilo, fuimos a consultar al titular de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de donde depende la capilla observada por los vecinos.
Así, el Padre Leandro dijo: «Estamos al tanto de la situación. Sé que lamentablemente ocurren hechos de inseguridad en el barrio. De nuestra parte, les cuento que en febrero comenzamos a hacer unas reparaciones en el salón al lado de la Capilla. Allí estaba previsto realizar eventos y con ello realizar mejoras en el predio. Por desgracia, tuvimos que cortar todo por la pandemia. Ahora tenemos previsto retormarlas».
«En estos días estaremos emprolijando el predio para estén sin yuyos -agregó-, que eso es fundamental. Además, estamos haciendo el trámite ante la Municipalidad para conseguir que se ilumine todo el sector. Esperemos que todo esto prospere».
Pero nada se hace sencillo para la parroquia, tampoco. Y si no, sigamos repasando lo que dijo el Padre Leandro: «además, tuvimos otro inconveniente. Se nos rompió un caño en la Capilla y eso hizo que se produjera una rajadura. Se nos va a hacer cuesta arriba, pero estamos poniendo manos a la obra».
