Los alumnos de sexto y séptimo año quedaron seleccionados entre 30 equipos de todo el país. Pasaron a la anteúltima etapa donde deberán construir un satélite que si clasifica, podrán con lanzarlo en un cohete hasta una altitud de aproximadamente un kilómetro.
Tal y como comentábamos anteriormente en otra nota, alumnos y alumnas avanzados en las especialidades de química e informática del Instituto El Obraje salieron seleccionados de entre los 30 equipos sobre un total de 500 a nivel nacional. Ahora se encuentran avanzando a la etapa 4, en la cual ya comenzaron la construcción del satélite.
AG Noticias dialogó con tres de ellos para conocer más sobre este proyecto: Valentino Maccari, Verónica Oviedo y Santino Antinori.
Valentino fue el primero en tomar la palabra y comentó que construirán un sátelite a escala utilizando sus conocimientos. Además de que desean incentivar a los alumnos a que se interesen por actividades de ciencia y tecnología. «Nos enteramos por los chicos de química que nos vinieron a preguntar si queríamos participar. Es un concurso bastante nuevo y aún no se conoce mucho de el».
Esta iniciativa está organizada por Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) e impulsada por varias agencias espaciales del mundo. Entre ellas: la NASA (EEUU) y la ESA (Europa).
La construcción del sátelite explicada por los alumnos
A continuación Santino comentó que se trata de un sátelite pequeño, elaborado con un material conocido como HDPE. «Es un polietileno de alta densidad. Este en particular tiene alta resistencia y baja densidad. Es uno de los plásticos más livianos».
Luego Valentino agregó que ellos van a sensar la de calidad del aire y la cantidad metano presente en la atmósfera, para evaluar que tan contaminado está . «Lo vamos a lanzar desde el predio de la CONAE. Elegimos estos materiales por la capacidad que tienen pero no tienen más que algunas restricciones en el peso y el tamaño. Todo lo demás es libre».
De esta manera, el sátelite capturará los datos mediante diferentes sensores, algunos provistos por la CONAE y otros adquiridos por los propios alumnos. «Tenemos una mini computadora que vamos a alimentar con una batería, y dos sensores que miden la presión, la temperatura y la altura. Otro sensor mide el metano presente en la atmósfera», señaló Verónica.
Por otro lado, Santino aseguró que han quedado un poco desventaja porque no pudieron hacer varias entregas pautadas. «Nos hemos atrasado bastante pero nos tomamos el tiempo y todo para que el dispositivo sea resitente y tenga todas las características necesarias. Después de agosto ya sabremos si pasamos o no. Nos van a hacer una videollamada consultándonos por las mediciones hechas».
Sobre esto último, el joven explicó que una de las pruebas será tirarlo desde dos metros de altura o más para ver si se abre el paracaídas y la otra acercarlo a un mechero apagado para la medición de metano y gases. «El metano, al igual que otros gases, absorbe luz infrarroja y eso el lo que mide el sensor. La otra prueba va a ser para ver el dióxido de carbono con un mechero prendido».
Finalmente Valentino concluyó que están muy orgullosos y contentos por haber quedado en esta instancia. «Quiero agradecer a la institución que nos brindaron el espacio para trabajar cómodamente y a los profes que nos apoyan en todo lo que es la construcción. También a nuestros sponsors que nos ayudaron a suplir nuestras necesidades. Los que se inscriben tiene cubierta la parte del kit básico, pero después hay que conseguir sponsors o dinero para los sensores extras».
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