De esta manera lo detalló Mariano Agazzi, Secretario de Salud de la Municipalidad de Alta Gracia. «Una de cada diez personas que son atendidas por adicción, es menor».
El consumo de alcohol en menores es cada vez mayor en cantidad y cada vez menor es la edad de ingreso. Según los datos aportados por la Fundación InterAmericana del Corazón Argentina, las personas que beben durante la adolescencia tienen mayor propensión a consumir alcohol con un patrón de riesgo y son más vulnerables al consumo de alcohol y a sus efectos que las personas adultas.
En este sentido, se ha detectado que quienes comienzan a beber antes de los 15 años de edad tienen cuatro veces más probabilidades de convertirse en dependientes del alcohol. Además, presentan casi siete veces más probabilidades de sufrir lesiones en un accidente de vehículo o una pelea física.
¿Cómo se encuentra Alta Gracia respecto a esta problemática?
En diálogo con AGnoticias, Mariano Agazzi, Secretario de Salud de la ciudad de Alta Gracia, afirmó los datos anteriormente recalcados. «Lamentablemente coincidimos con los datos. En Alta Gracia cada diez personas que atendemos por adición, una es menor. Ósea que estamos hablando que un 10 por ciento de la población de gente que tiene alguna adicción es menor de 14 a 20 años. Lamentablemente ya empiezan con el tema de alcohol a los 14».
Además el funcionario le adjudicó esta problemática a el ingreso al secundario, al comienzo de las juntadas independientes con amigos, mas libertad en las noches. En este sentido agregó que «lo que llama la atención es que el menor que llega a la institución(Casa de Protección Eva Perón), no va al área por mutuos propios, sino que por la familia, por alguna escuela. De manera tal que, el menor no llega convencido de que allí lo van a ayudar. Esto se da porque el alcoholismo no lo ve como negativo en su vida.»
«El menor no toma como algo negativo (alcohol) en su vida, puesto que no está prohibido. Pero asumimos que es la puerta de entrada a otras adicciones», comentó Agazzi.
Marco normativo nacional respecto al consumo y venta de bebidas alcohólicas
Si bien en la Argentina existe la Ley Nacional N°24.788, la norma no es suficiente para un control efectivo del consumo de bebidas alcohólicas en la población adolescente ya que no cumple con los estándares internacionales. A pesar de que esta ley establece algunas restricciones a la publicidad (como la prohibición de anuncios en radio y TV durante el horario de protección al menor), no alcanza a la publicidad en puntos de venta, vía pública, internet, medios gráficos, marketing directo y televisión y radio después de las 22 horas, entre otros.
Como puede verse, a pesar de la normativa vigente, los estudios epidemiológicos dar cuenta del alto acceso para la compra de las bebidas alcohólicas y de la alta exposición a la publicidad de alcohol en adolescentes de la Argentina.
Respecto de las políticas de precios e impuestos, las bebidas alcohólicas tributan muy bajos impuestos: 20% las bebidas con más de 10° de graduación alcohólica y 8% las cervezas. Y es llamativo el caso del vino y el champagne, que tributan 0% de impuestos. Además, no existe una política pública fiscal que busque aumentar el precio de las bebidas alcohólicas con un objetivo sanitario.
Casa de Protección Eva Perón
En cuanto a la políticas públicas y sanitarias, la ciudad cuenta con áreas de protección, prevención y tratamiento para adicciones y otro temas que van de la mano con ellas. Por lo tanto, se creó la Casa de Protección Eva perón, ubicada frente al dispensario Ramón Carrillo. Es en ese lugar, donde se disponen el área de familia, de salud mental, la RAAC. Cabe destacar que días atrás se sumó el Punto Mujer, para trabajar en cuanto a la violencia de Género.
En este marco, Agazzi agrego que «se presentó un proyecto en el cual fue aprobado por unanimidad en el consejo deliberante. (…) el proyecto dicta que esa en esa casa de protección, trabajaran coordinadamente las tres áreas. Esto se da porque antes eran áreas distintas y separadas por ahí.»
«Tenemos una mesa de entrada separada de la otra, para que la gente se siente más cómoda de alguna manera escuchada y se de una pronta solución. La mayoría son casos en los cuales se hace un tratamiento en el tiempo, no hay una solución de un día para el otro.»
En vista de la problematica que se expone, las principales recomendaciones de la OMS y OPS son aumentar los precios de las bebidas alcohólicas mediante impuestos para reducir su asequibilidad; establecer una prohibición total de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de bebidas alcohólicas; limitar el acceso al alcohol de los menores de edad y fortalecer la respuesta de los servicios de salud. De acuerdo a la evidencia científica, estas políticas son las más costo-efectivas para reducir el consumo de alcohol en la población, especialmente en jóvenes.
