AG Noticias
Ciencia-y-Tecnología

Es Argentino, trabajó junto al nobel en medicina y es uno de los mejores científicos de la actualidad

Es Argentino, trabajó junto al nobel en medicina y es uno de los mejores científicos de la actualidad

Ariel Cariaga Martínez (36) trabajó junto a premiados científicos de Europa y EEUU y actualmente desarrolla, junto a su equipo, un programa de investigación para diagnosticar enfermedades mentales complejas.

El joven investigador, hizo un trayecto en la carrera científica tan brillante como meteórica y lo compartió con los lectores de AG Noticias.

No sólo es experto en investigación molecular, trabajó junto al doctor James Dewey Watson (reconocido en la comunidad científica por obtener el Premio Nobel en Fisiología) sino que desde hace cuatro años se dedica a las neurociencias como investigador independiente.

En el laboratorio donde se desempeña actualmente desarrolla, junto a su equipo, mejoras en diagnosticar más eficientemente enfermedades mentales complejas, como el trastorno obsesivo compulsivo, bipolar o la esquizofrenia, entre otros.

Con una pasión arrolladora, la cual puede deducirse cuando habla acerca de sus estudios, pero con la humildad de una persona que llegó a lo más prestigioso de la comunidad científica, Ariel es un argentino más, que nunca olvidó sus orígenes.

La interacción ambiente y genes

Actualmente el joven investigador está viendo la implicación de las neuronas en fenómenos más psicológicos, como la empatía.

“A nosotros nos interesa caracterizarlas desde el punto de vista molecular porque todos los estudios hechos son de medición e imagen, pero todavía no se conoce la regulación bioquímica que poseen”, describió.

Con respecto al cerebro patológico, el científico explicó que están trabajando en colaboración con el Hospital Ramón y Cajal (que es referencia en Madrid y en España para el tratamiento e investigación de diversas patologías cerebrales).

“Estudiamos la interacción entre el ambiente y los genes en la generación del trastorno obsesivo compulsivo. El TOC tiene una alta carga genética, pero no basta por sí sola para producirse sino que se requiere que el paciente esté en un ambiente propicio para desarrollarlo, por ejemplo, bajo estrés constante”, prosiguió.

“Para ello, trabajamos con células madre que se generan a partir de la piel de los propios pacientes y, a partir de ellas, en el laboratorio generamos neuronas que son idénticas (o muy similares) a las del propio paciente con lo que no tenemos que hacerle una neurocirugía para obtener sus neuronas”.

En sus estudios actuales, el laboratorio tiene convenios de colaboración -especialmente para formación- con Universidades de Estados Unidos y Reino Unido.

“Estas colaboraciones son muy importantes porque en ciencia siempre tenemos que seguir aprendiendo y, para resolver problemas tan complejos como una enfermedad mental, tenemos que aprender de muchas áreas y con ayuda de otros científicos”, remarcó.

Argentina y un retorno difícil

“Aunque estuve tentado de volver hace algunos años a despeñarme en el país, porque Argentina durante un tiempo mejoró bastante en el área científica, el problema que suele haber en la ciencia, allí por lo menos es que al no contar con una política de Estado, no se puede mantener en el tiempo y algo que necesitamos justamente los científicos es tiempo”, fue la respuesta del investigador acerca de la posibilidad de volver al país.

“Para curar un cáncer no nos alcanzan cinco años. Para desarrollar un fármaco puede pasar, quizás, una década. Entonces si cada dos o tres años nos quedamos sin financiación, es un problema para nosotros. Tenemos que volver a empezar todo otra vez. Aquí en España como país desarrollado y también un poco con la ayuda de la Unión Europea, la perspectiva es bastante mejor en este aspecto”, reflexionó.

[ae-fb-embed url=’https://www.facebook.com/AG.NoticiasAltaGracia/videos/852559491762993/’ width=’600′]

nakasone