En estos últimos días, el trabajo de los bomberos voluntarios ha sido admirable. Sin embargo, detrás de cada bombero combatiendo el fuego hay una familia que sufre.
AG Noticias dialogó con Mariana, esposa de un bombero voluntario. «Sabemos que ellos lo hacen desinteresadamente, lo hacen sin pensar en la preocupación que dejan en casa» expresó.
Mariana conoció a su esposo Gonzalo Crespo cuando este ya era bombero. A pesar de esto, la preocupación no disminuye a la hora de que Gonzalo sale a realizar su trabajo: «Ya sabía que esto iba a ser así. Obviamente trato de acompañarlo»
Mariana también mencionó como sus hijos preguntan acerca del trabajo de Gonzalo: «A veces me preguntan ‘a qué
hora vuelve papá?’ y no lo sabemos. Una vez el más grande -Valentín, de 5 años- me preguntó si su padre se podía llegar a quemar.»
«Algo que me deja tranquila es saber que ellos están acompañados» También mencionó que
lo que más cansó a los bomberos en estos 14 días fue el hecho de no dormir. «Gracias a Dios pudieron combatir esto.» A su vez, recalcó el orgullo que siente hacia su esposo, por hacer esta actividad desinteresadamente: «respetamos su decisión, su elección me llena»
«Hay veces que vuelve a la media hora, y otras veces tarda horas. Yo creo que es un apoyo muy grande el que ellos encuentran en sus familias.» Concluyó.
