AG Noticias le da la bienvenida a una nueva sección que buscará contar las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. En esta ocasión, dialogamos con Florencia quien nos cuenta que no fue tan fácil al principio vivir el «sueño américano». Sin embargo, cuando estaba a punto de regresar a nuestro país, conoció a Dominic con quien se casó en noviembre del año pasado.
AG Noticias le abre sus puertas a una nueva sección en nuestro portal informativo bajo el nombre «Altagracienses por el Mundo». Un espacio dónde buscamos acercarles a los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Florencia Valoy Zamboni.
Florencia vivó gran parte de su niñez y adolescencia en nuestra ciudad. Actualmente es profesora de nivel inicial y se recibió en la Escuela Normal Superior Alta Gracia hace ya seis años. Desde ese entonces ha estado trabajando en nuestra ciudad y en Anisacate con jardines maternales, animando cumpleaños y todo lo relacionado con niños.
Antes de recibirse y aún cuando se encontraba cursando el secundario, su profesora de inglés le ofreció realizar un intercambio cultural solo por unos meses pero su mamá no aceptó. «En ese momento no era tan popular irse del país. Yo tenía 16 años, y si me ilusionaba hacerlo pero sabía que no estaba lista«.
Años más tarde, se enteró de la existencia de un programa de Intercambio cultural para ser «Au pair» en Estados Unidos. Una Au Pair es una chica o un chico que vive en el extranjero con una familia anfitriona y que cuida de los niños a cambio de alojamiento y dinero de bolsillo. «Mi mamá se seguía negando, pero aún así inicié el trámite que quedó en nada porque no me animé. Me aterrorizaba el inglés, estaba terminando mi carrera y no me imaginaba sin mis sobrinos».
Llegó el 2020, año en que finalmente tomó la decisión de dejar de tener miedo y animarse. Vio a una amiga que estaba iniciando el proceso para ese programa y se preguntó, ¿Por qué no hacerlo ahora?
«Hablé con mi familia, mis papás y hermanos dijeron que si, todos me apoyaron con la mudanza, dinero, etc. El universo me estaba enviando una tercera oportunidad y la tomé porque era la vencida. Yo ya conocía la agencia y todo el procedimiento, retomé mis clases de inglés y me largué a la aventura».
¿Cómo fue transitar la pandemia?
Flor pasó gran parte de pandemia del Covid19, conocido comúnmente como Coronavirus, en Alta Gracia. Sostuvo que fue una etapa de muchos cambios, tal y como le ocurrió a la mayoría de las personas.
Asimismo, la pandemia golpeó mucho su situación laboral y económica debido a que esos lugares donde ella trabajaba cerraron definitivamente: hablamos de salones de fiestas y jardines maternales. Esto fue uno de los factores que la motivó a irse ya que la situación no mejoraba. «Había muchas restricciones. Incluso me acuerdo que cuando me fui a tomar mi vuelo, hice el check-in afuera del aeropuerto».
Lo cierto es que la realidad era muy distinta en Estados Unidos. Cuenta la joven que al llegar en el 2021, este país se estaba tomando el Coronavirus de manera más relajada. A la semana ya no se usaba más barbijo, los chicos habían vuelto a la escuela, la mayoría de los adultos que trabajaban desde la casa regresaron a las oficinas y todos los negocios volvieron a abrir con regularidad todo el tiempo.
«Después viajé a Argentina el 2021 en diciembre para festejar año nuevo junto a mi familia. Ahí justo llegó otra ola de Covid, entonces me contagié y tuve que quedarme dos semanas más. Yo tenía solo dos semanas de vacaciones, pero a raíz de esto, me quedé dos más».
Su experiencia personal realizando el intercambio como «Au Pair»
Tal y como relatabamos anteriormente, la altagraciense arribó a California, Estados Unidos en abril del 2021 bajo este programa de intercambio cultural conocido como Au Pair. Aunque, vivir el «sueño americano» no fue tan fácil. «Si bien es una linda experiencia, hay muchas chicas que les va muy bien y otras muy mal. En mi caso, no me fue ni tan bien ni tan mal«.
Pese esto, sí rescata muchas cosas que aprendió en el camino y que la ayudaron a desenvolverse mejor manejando su independencia. «Pero yo ya vivía sola en Argentina y llegar acá y tener que convivir con una familia que tiene otra cultura y otros horarios, fue bastante difícil«.
También agregó que el limite entre trabajo y privacidad era muy fino y costaba respetarlo y ponerlo. Hubo muchos momentos en los que ella no tenía ese tiempo libre de ocio, porque estaba trabajando como niñera dentro de la casa y compartiendo con ellos.
Alma gemela y boda secreta
Todo esto la llevó a renunciar al programa y empezar a pensar en regresar a la Argentina después de un año. Hasta que un día, como por arte del destino, se cruzó con Dominic de quien se enamoró perdidamente y a día de hoy es su esposo.
«Conocí a mi pareja, Dominic, él es estadounidense. Nos enamoramos, y aunque al principio la diferencia cultural y sobre todo el idioma, porque solo hablamos inglés, no nos permitía entendernos bien; él se convirtió en mi apoyo, amigo y familia«.
En el mes de noviembre tomaron la decisión de casarse en secreto tal y como en las películas. Flor comentó que fue muy romántico ya que lo hicieron en San Diego, ciudad en la que se conocieron y donde planeaban también mudarse. «Lo decidimos de una semana para la otra. Fue al lado del puerto de San Diego y después tuvimos una cena hermosa en un crucero. Mis papás, obviamente, lo sabían y avisamos a su familia. Pero nadie podía viajar por una cuestión de tiempo«.
Por ende su familia sólo estuvo presente por videollamada y la acompañaron dos amigas que fueron testigos del casamiento. «Sufrí mucho la distancia en ese momento. Sobre todo por la relación que tengo con mi familia. Él estaba más tranquilo y cómodo con eso«.
Igualmente planean llevar a cabo dos festejos: uno en Argentina y otro en Reno, Nevada donde están ahora, junto a la familia de Dominic. De hecho, al día siguiente de la boda enviaron una carta a sus amigos y otros familiares para comentarles lo que habían decidido.
Vida en Estados Unidos y experiencias aprendidas
Flor nos brindó más detalles de su experiencia de vida por este país y explicó que mientras más idiomas sepa uno, más alcance laboral o social vas a tener. Además de agregar que no se saludan con besos y abrazos, pero que como argentina ha recibido buen trato. «Es un país multicultural, depende dónde vivas vas a notar las diferencias».
En cuanto a clima, contó que el sur de California es hermoso y se mantiene una temperatura normal durante el verano e invierno. Pero ahora que están viviendo en el noroeste de Nevada, es invierno y la cantidad de nieve es impresionante. «A mi me encanta. La calefacción en las casas y comercios es hermosa».
En relación con la comida, afirmó que a veces reniega un poco ya que hay muchos restaurantes de comida mexicana, china, italiana o cadenas de comida rápida. Por lo que sigue prefiriendo la comida Argentina hecha en casa con recetas que aprendió de sus papás. «A mi esposo le encanta nuestra comida y cultura».
Resumiento, lo que más le gustó de Estados Unidos es lo siguiente: la calidad de vida y la facilidad para cumplir los sueños viajando o en materia laboral.
En lo que respecta a su profesión, la joven manifestó que debe primero traducir su título. Trámite que está en proceso y que permitirá determinar la validez que tiene en el país. «Por si tengo que cursar algunas materias o solamente obtener una certificación en cuidado infantil. Además en Argentina hice un curso de RCP y Primeros Auxilios, pero debería hacer otro aquí».
Una cosa que le ocurrió y que concierne a lo culturamente bien visto en Norteamérica, es que debió cambiarse el apellido de soltera y adoptar el de su esposo.
«Hubo muchos cambios en el medio. Por ejemplo, culturalmente está mal visto que conserves tu apellido de soltera así que ahora tengo el apellido de Dominic. Lo mismo si es verdad que simplifica algunas cosas, pero ahora tengo que cambiar mis apellidos, mis tarjetas de identificación, cuentas de bancos, entre otros».
Entre la América del Norte y la del Sur
Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. Florencia precisó que lo que más extraña de Argentina es a su familia, sobrinos, los mates con amigas, la comida, las fiestas y la espontaneidad y calidez del argentino.
Frente a la posibilidad de regresar a la Argentina en algún momento, la altagraciense aclaró que por ahora están construyendo su vida juntos en Reno y hace poco se mudaron a una nueva casa cerca de la familia de su marido. «Pero compramos una casa a Cimiento Constructora para ir todos los años de vacaciones a Alta Gracia. Dominic está ansioso por conocer la ciudad y alrededores«.
