En tiempos en que los valores no suelen aparecer tan seguido, bueno es rescatar aquellas actitudes que marcan a una persona, más allá de su investidura.
Corren tiempos en que los ejemplos no abundan, eso es sabido. Por eso, el gesto que tuvo el Jefe Comunal de Villa San Isidro es digno de mencionarse.
Claudio Peña (de él se trata) ayer recibió su primera dosis de vacuna contra el Covid-19. Lo que hasta acá pareciera algo carente de importancia, en realidad si la tiene. Es que Peña, habiendo podido ser vacunado en una primera instancia, cuando le hubiera correspondido, eligió esperar. Esperar a que más de 1.300 vecinos de su localidad hubieran recibido al menos la primera dosis para recién entonces hacerlo él. «Primero que se vacunen los adultos mayores y luego las personas que tienen alguna necesidad de recibir la vacuna, ya habrá tiempo para mi», dijo en su círculo más cercano, Peña. Y así fue.
La sociedad ha ido perdiendo la fe y la confianza en la clase política. En la mayoría de los casos en forma justificada. Pero es evidente que no todos los políticos son tan malos como los pintan, ni están tan alejados de la realidad de su gente.
Tal vez para muchos no sea noticia ésto que relatamos. Nosotros quisimos rescatar el gesto, la acción de una persona que por su cargo y sus relaciones pudo haber actuado de otra manera (como muchos lo hicieron), pero optó por obrar con sentido común y con empatía hacia su gente.
