La jornada busca brindar reconocimiento a quienes arriesgan sus vidas para salvar a otras personas y al medioambiente. AG Noticias dialogó con Alfredo Caponigro, Bombero Voluntario de la Agrupación Bomberos Veteranos, para conocer más acerca de esta profesión.
Este 4 de mayo se conmemora el Día Internacional del Bombero. En honor a aquellos efectivos que arriesgan sus vidas para salvar otras, apagando incendios y haciendo todo tipo de rescates.
Por ello, AG Noticias dialogó con Alfredo Caponigro, Bombero Voluntario de la Agrupación Bomberos Veteranos, quien nos brindó mas detalles acerca de esta honorable profesión.
«Yo ya no estoy más en la agrupación pero lo estuve durante 9 años. El bombero no deja de ser bombero nunca, yo entre a los doce años al cuartel y el mes que viene cumplo 63. Yo siempre digo que se nace bombero y después se van puliendo cosas. Hoy los chicos tienen todo lo que se necesita para ser un buen bombero, antes no teníamos tantas herramientas«, señaló.
A continuación, Alfredo aseguró que lo mejor de haber sido bombero es haber pasado por la institución y a sus compañeros. «En la actualidad muchos ya no están fisicamente pero si en nuestros corazones. El servicio y el voluntariado no se le van nunca a un bombero.
La institución me enseñó a ser mejor persona, a no tomar y a no fumar. Siempre te decían que no tenías que tomar porque nunca vas a saber cuando te va a tocar salir. Eso me quedó muy grabado».
Una de las anécdotas que Caponigro recordó sobre su profesión, fue la inundación del Río Anisacate la cual tuvo lugar en el año 75. «Me tocó rescatar a una familia de apellido Pujada. La hija de la familia que quedó viva me entregó un libro en ese entonces. Los sacamos a todos de un pozo y eso si es algo que te deja muy marcado por el hecho de que uno es jóven«.
En relación a las preparaciones que tienen que tener para afontar esas situaciones tan dificiles, el bombero sostuvo: «Estamos preparados. Antes no teníamos preparación psicologica, en la época mía no había los medios que hay ahora. La superación uno lo va tratando a medida que pasan los años. Las huellas quedan marcadas«.
Finalemente, Alfredo concluyó: «Creo que la institución está muy amparada por la sociedad y es muy querida. El bombero es voluntario y tendría que estar más amparado, por ejemplo en las patronales. En mi época era mala palabra decir que eras bombero porque sonaba la alarma y te tenías que ir.
Hoy ya no es tanto así, pero tiene que cambiar. Tener trabajos dignos y saber que el bombero no podría ser pago porque lo arruinaría. Se pierde el voluntariado y eso es lo que realmente hace falta para que la gente y los chicos tienen que tener. La vocación de ayudar».
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