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Crónicas al Voleo

El carterazo de Danuta Danielsson y el legado de Voltaire y Popper

El carterazo de Danuta Danielsson y el legado de Voltaire y Popper

Por Germán Tinti

 

Växjö es una pequeña ciudad universitaria sueca, situada a orillas del lago del mismo nombre, en la zona sur del país. Sus orígenes se remontan al siglo XI y tiene una estratégica ubicación para el comercio debido a su cercanía con la antigua frontera con Dinamarca. Es una ciudad de edificios bajos y con un importante porcentaje de población joven, como corresponde a las ciudades universitarias. Custodiada por tres castillos (el de Teleborg, el de Kronoberg y el de Bergkvara), su vida transcurre casi bucólicamente.

Pero el 13 de abril de 1985 un hecho inesperado puso a esta pequeña ciudad en todos los diarios del mundo. Una manifestación de jóvenes neonazis en su plaza principal terminó de una forma que hizo que Växjö trascendiera las fronteras de Suecia.

El carterazo de Danuta Danielsson y el legado de Voltaire y Popper
El carterazo de Danuta Daniellson fue una reacción ante la intolerancia.

Un centenar de ¿personas? desfilaba por las calles céntricas portando banderas con svásticas, luciendo sus cabezas rapadas y sus chaquetas de cuero, exhibiendo impúdicamente su absurda irracionalidad. Eran militantes del ultraderechista Nordic Reich Party (NRP) que se manifestaban ante el repudio generalizado de la población de Växjö. Este tipo de expresiones se venían repitiendo desde hacía algún tiempo en distintas ciudades de Europa y en nuestros días se reproduce con alarmante habitualidad y descaro.

Pero para Danuta Danielsson eso no era algo ni normal ni aceptable. Nacida en Polonia 38 años antes, la fornida mujer no pudo contenerse y le atestó un carterazo a uno de los nazis manifestantes. La escena fue captada por Hans Runesson y la imagen se convirtió inmediatamente en un símbolo y en un mensaje: no debe haber tolerancia con estos intolerantes. Por su fotografía, Hans Runesson recibió el Premio a la Fotografía Sueca del Año en 1985 y tiempo después el de Fotografía del Siglo por la revista Vi y la Sociedad Fotográfica Histórica de Suecia.

El carterazo de Danuta Danielsson y el legado de Voltaire y Popper
Hans Runesson fue quien logró captar el momento justo en una fotografía que recorrió el mundo.

Un solo motivo tenía Danuta para reaccionar de esta manera: Durante la invasión de las fuerzas hitlerianas a Polonia, su madre había sido enviada a un campo de concentración. Sobrevivió, pero las cicatrices del horror la acompañaron por el resto de sus días y se transmitieron a su hija.

Poco se sabe de la biografía de esta emblemática mujer. Después del incidente prácticamente no volvió a salir de su casa, sufrió una fuerte depresión y recibió infinidad de insultos y amenazas, por lo que terminó suicidándose tres años después. Pero si bien sus datos personales se perdieron en el olvido, su gesto quedó en la memoria social como un gesto de valor civil. El cabeza-rapada que recibió el carterazo se llama Seppo Seluska; fue sentenciado a prisión ese mismo año tras haber torturado y asesinado a un judío homosexual.

El carterazo de Danuta Danielsson y el legado de Voltaire y Popper
Susana Arwin diseñó una escultura en homenaje a Danuta y a su reacción.

En 2014 la artista Susanna Arwin hizo una escultura representando el momento del bolsazo e intentó que se hiciera un monumento en su honor. Pero el Ayuntamiento de Växjö, controlado por el Partido del Centro, decidió vetarlo por considerar que la estatua constituía una “exaltación de la violencia”. Una concejala, entrevistada por The Washington Post, justificó la negativa diciendo que “en Växjö trabajamos a favor de la democracia y de la libertad de expresión y, evidentemente, no nos gustan los nazis, pero no podemos aceptar que una persona golpee a otra porque no le gusta”. La timorata explicación se contraponía a lo que la población de Växjö sentía. Y eso quedó demostrado cuando todas las estatuas de la ciudad aparecieron con un bolso colgado, a modo de homenaje a Danuta y de reclamo a la tibieza de los representantes.

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Las estatuas del pueblo amanecieron con carteras colgadas, en repudio a la tibieza de sus gobernantes.

Cinco años después, funcionarios y ediles del Ayuntamiento de Växjö ha recapacitado y ha erigido la estatua creada por Arwin a tamaño real en el mismo lugar en el que se produjeron los hechos de 1985.

En el Tratado sobre la Tolerancia (1763), Voltaire hace un repaso de las ventajas de la tolerancia para los pueblos. En este texto, pone de manifiesto cómo, tanto en Grecia (cuna intelectual de Europa) como en Roma (cuna del derecho europeo) e incluso en la figura de Cristo (principal figura religiosa de Europa de ese entonces), la tolerancia es el valor principal y la intolerancia siempre ha traído calamidades a los europeos. Pero independientemente de eso, conocía un límite para esta tolerancia: los discursos que son en sí mismos intolerantes no pueden ser tolerados. El problema no es que haya diferentes ideas y religiones, el problema es cuando una de ellas quiere oprimir a todas las demás y ser la única.

Por su parte, el filósofo Karl Raimund Popper elaboró la “Paradoja de la Tolerancia” en estos términos:

“La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aún a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia. Con este planteamiento no queremos, significar, por ejemplo, que siempre debamos impedir la expresión de concepciones filosóficas intolerantes; mientras podamos contrarrestarlas mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición sería, por cierto, poco prudente. Pero debemos reclamar el derecho de prohibirlas, si es necesario por la fuerza, pues bien puede suceder que no estén destinadas a imponérsenos en el plano de los argumentos racionales, acusándolos de engañosos, y que les enseñen a responder a los argumentos mediante el uso de los puños o las armas deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes. Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal cualquier incitación a la intolerancia y a la persecución, de la misma manera que en el caso de la incitación al homicidio, al secuestro o al tráfico de esclavos.”

El carterazo de Danuta Danielsson y el legado de Voltaire y Popper
Hoy la estatua se erige recordando el momento y el sentimiento ante la intolerancia.

Voltaire y Popper habían anunciado a Danuta Danielsson. Su imagen, en el bronce de Växjö y en la fotografía de Hans Runesson nos deben recordar siempre el peligro que representa a las sociedades democráticas la tolerancia a los intolerantes.

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