La renuncia a su cargo del Secretario Legislativo tuvo sus repercusiones entre quienes fueron aludidos en el escrito presentado por Adam esta mañana.
A primera hora de la mañana de hoy, el Secretario Legislativo Carlos Adam presentó su renuncia al cargo. Esto, después que el miércoles pasado la concejal Daniela Ferrari presentara un proyecto para apartarlo de sus funciones.
En su carta renuncia, Adam habla de «revanchismo por situaciones electorales por resultados adversos para determinados miembros, que los han hecho perder de vista el verdadero sentido del poder legislativo». En otro de los párrafos, califica al órgano legislativo local como «el peor Concejo Deliberante de la historia de Alta Gracia», sin dejar a nadie afuera en esta afirmación. Todo ello no sin antes hacer referencia a su hartazgo «a las faltas de respeto y amenazas» que afirma haber recibido en el ámbito del Concejo.
Responde Juan Manuel Saieg
No tardaron mucho en conocerse las respuestas a estas apreciaciones de Adam. El Vice Intendente Juan Manuel Saieg (presidente del Concejo Deliberante) expresó que «la renuncia de Adam será puesta a consideración de los Concejales en la próxima Sesión. Son ellos quienes deberán tomar la determinación del caso». Refiriéndose al hecho en sí, Saieg agregó que «las apreciaciones que hace Adam son totalmente infundadas y oportunistas, ya que si él pertenecía a un Concejo que no estaba a la altura de sus consideraciones debía haber renunciado antes y no con posterioridad al pedido de su remoción en el Concejo»
Daniela Ferrari, contundente
Por su parte, fue la edil Daniela Ferrari quien le salió fuertemente al cruce a Adam. Lo hizo presentando una carta dirigida a la presidencia del Concejo Deliberante dando a conocer su aceptación a la renuncia de Adam. «Acepto la renuncia del Dr. Adam porque desde hace tiempo, su labor como tal no era imparcial, pues se había convertido en el vocero de los hermanos Torres, menoscabando a éste órgano de gobierno de la independencia y autonomía que debe tener».
En otra parte de la carta, Ferrari expresa que «El Sr. Adam no honró el cargo como dice, sino que usó el mismo para ser un servil ejecutor de los mandatos que recibía por parte de su jefe político natural, los hermanos Torres, aprovechando esa circunstancia – tal como es de público conocimiento- para acomodar a toda su familia y amigos en distintas reparticiones públicas».
