Ante la cantidad de fiestas clandestinas y subsecuentes contagios, los boliches aparecen para dar una posible solución. Abrir con protocolos y las medidas de seguridad pertinentes podría acabar con dichas fiestas.
La situación de los boliches de Córdoba, siendo ésta una provincia turística, es bastante delicada. Las perdidas económicas son muchas y no parece haber una solución a la vista. Pero esto no es todo porque a la sociedad y a los boliches se les presentó un nuevo enemigo: las fiestas clandestinas.
En Alta Gracia las fiestas clandestinas se han convertido en algo de todos los fines de semana. Es común enterarse del desbaratamiento de una reunión masiva sin protocolos, ya sea por los medios de comunicación o por el boca en boca.
Ante esta situación los boliches de la provincia de Córdoba reclaman una reunión con el Ministro de Seguridad. Proponen dar una solución a este problema que ha generado descontrol, abriendo los boliches con protocolos y aforo reducido de personas.
En comunicación con el móvil de canal 10 de Córdoba, José Luis Collado, titular de la Cámara de Discotecas, declaró: «Las discotecas somos parte de la solución. Podemos ayudar a desarticular las fiestas clandestinas porque conocemos quienes, cuando y donde se hacen estos eventos».
«Por un lado podemos ayudar dando la información que obtenemos. Por otro lado, tenemos la solución porque abriendo con un aforo reducido ayudamos a mermar estas fiestas». Además, comentó que tienen protocolos redactados que ya han sido presentados.
No solo el problema es el contagio del coronavirus, sino también la seguridad de las personas que asisten ya que no hay ninguna medida, ni personal policial.
Marcelo Ludueña, productor de espectáculos, agregó que estas fiestas clandestinas ya no son reuniones improvisadas, sino que hay personas que hasta cobran entradas por ingresar. Señala que es un gran problema sobre todo porque se acercan las fiestas de fin de año donde, si no se comienza a prever la situación, puede acabar en una catástrofe.
