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Sociedad

A tres años del inicio de la cuarentena en Argentina

El coronavirus llegó al país y transformó la vida de los argentinos que tomamos situaciones insólitas como parte de nuestra vida diaria.

El 19 de marzo de 2020 un anuncio de Alberto Fernández daba el inicio de algo que poca gente creía que iba a cambiar tanto nuestra vida: el 20 de marzo comenzaba la cuarentena en Argentina. La llegada del coronavirus había puesto en jaque a varios sistemas de salud del mundo y el Gobierno tomaba medidas preventivas para evitar el colapso de los hospitales.

Desde ese fatídico viernes, el país se paralizaba por completo. Avenidas que solían estar colapsadas, se encontraban vacías y eran pocos los que se denominaban como “esenciales” para salir a la calle: médicos, policías, bomberos, entre otros. El resto, todos en casa.

Los infectólogos empezaban a ser los nuevos protagonistas de la televisión con los reportes diarios de los contagios, muertos y la cantidad de gente en las Unidades de Terapia Intensiva. Poco a poco, cada cadena nacional de Alberto Fernández se transformaba en una de los eventos más esperados para conocer cuánto tiempo más había que quedarse en casa.

Uno de los eventos que perduró en las primeras semanas del encierro fueron los aplausos a los médicos que recorrían las calles de todo el país a las 21, mientras algunos ponían en parlantes a todo volumen el himno nacional en muestra de unión de la Argentina.

También nuevas palabras se agregaron a nuestro diccionario: distancia socialaislamientosanitización, fueron algunos de los términos que empezaron a estar cada vez más en el día a día. Además, se sumaron dos elementos que hasta el día de hoy perduran, como el barbijo o el alcohol en gel.

Poco a poco, la gente empezó a tomar, como habitual, costumbres que antes nunca se hubieran imaginado. Una de las principales fue el teletrabajo o home office, que hasta la actualidad todavía se mantienen en algunos casos, mientras que otros mutaron al sistema híbrido: oficina y casa, repartido.

El Zoom, el Meet o las videocoferencias también fueron gran parte de ese cambio cotidiano, donde los maestros tuvieron que adaptarse a lo largo de las semanas de cuarentena para enseñarle a los niños. Como era el caso de alumnos que iniciaban un ciclo lectivo, para aprender a leer y escribir, con los padres en casa siendo los principales ayudantes.

Si bien desde el Gobierno aclararon que “entre febrero y octubre se perdieron 20.890 empleos formales en el sector de comercio, nueve veces menos que lo estimado por la entidad, y tres veces menos que la pérdida producto de la crisis de 2018-2019″, la realidad marca que se trató de una de las peores crisis para miles de comerciantes que vieron restringida su actividad por la pandemia.

“Sin dudas, la pandemia ha generado una crisis económica inédita, tanto en Argentina como en el resto del mundo, que ha implicado tanto pérdida de empleos como cierre de firmas. Sin embargo, el daño de la pandemia pudo ser en parte contenido gracias a medidas sin antecedentes en Argentina, como el IFE, el ATP o el impulso al crédito productivo, particularmente PyME”, aclaró un informe del Gobierno.

En todo ese marco, un trabajo del sociólogo Agustín Salvia, investigador del Conicet, en su libro La sociedad argentina en la pospandemia, señaló que el ciclo Covid significó una crisis dentro de una crisis y tuvo impactos, por lo tanto, sobre realidades preexistentes. Según las conclusiones del trabajo, la pandemia acentuó la inequidad, profundizó la segmentación del mundo del trabajo y produjo un empobrecimiento selectivo de las capacidades requeridas para el desarrollo personal.

Vía País

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