El Cilindro de Avellaneda bramaba. Racing acariciaba el título ganándole el partido a Belgrano por la mínima diferencia. En el Pirata se estaba por dar un momento largamente esperado en toda Alta Gracia.
Corría el minuto 29 del complemento cuando Diego Osella, técnico de Belgrano llamó a Gonzalo Lencina para darle instrucciones. El debut tan soñado estaba a punto de concretarse.
Por la cabeza de Gonzalo seguramente pasaron muchas cosas. AGNoticias dialogó con el ex Deportivo Norte: «era un escenario de locura, la cancha parecía que se caía. Cuando me llamó Diego todo fue muy rápido, me dijo que jugara un poco más retrasado que Mendoza, que lo ayude con los cinco, y que las busque a todas porque alguna me iba a quedar. Fue algo muy lindo, y sé que hay que seguir para adelante. Cuando entré a la cancha, los minutos que estuve en lo único que pensé fue en que tenía que correr, que meter y hacer las cosas bien».
Fueron sus primeros minutos en el equipo superior. El debut por el que tanto trabajó finalmente se concretó y tanto él como el técnico y sus compañeros saben que esto recién comienza para Gonzalo.
El partido finalizó 1 a 0 para la Academia. El cambio, y el puñadito de minutos en cancha no permitieron cambiar la historia. Hubiera sido el debut perfecto. Igual, haber ingresado significa el triunfo de las ganas, el profesionalismo, la victoria del sacrificio y la humildad de un pibe que nació en Liga Cordobesa, que se fue del Deportivo Norte siendo goleador de la Primera B, y que fue construyendo con trabajo y a fuerza de goles esta enorme posibilidad. Y eso, sépanlo, no es poco.
Para anotarlo. Fue la noche del 16 de marzo de 2019.
