Según difundió el área de Nutrición del Banco de Alimentos de Córdoba, tras encuestar a 1426 chicos menores de 18 años, el 20% tiene obesidad, el 20% sobrepeso y un 7% tiene un peso menor al esperado. De ese total, el 51% tienen entre 6 y 11 años, un 21% son niños y niñas de 3 a 5 años, 16% de 12 a 18 años y 12% entre 0 y 2 años.
El informe indicó que el 47% de los niños, niñas y adolescentes beneficiarios presenta algún estado de malnutrición. La malnutrición, principalmente por sobrepeso, es un flagelo que crece año a año y atraviesa a niños de todas las clases sociales. Pero, por el contexto socioeconómico en el que crecen, los menores en situación de vulnerabilidad son los que más lo sufren a raíz del consumo de alimentos con baja calidad nutricional.
La titular de la cátedra Alimentación del Niño de la carrera de Nutrición en la Universidad Católica de Córdoba, Constanza Rodríguez, aseguró que:
«La niñez es una etapa vulnerable y clave para tener luego un adulto sano y bien desarrollado física y mentalmente. En el caso de los que menos tienen, es un habilitante para que después puedan conseguir un trabajo digno y salir de la pobreza».
Según un análisis de UNICEF Argentina, los adolescentes de bajo nivel socioeconómico(medido a través del nivel educativo de los padres) tienen un 31% más de probabilidad de tener sobrepeso respecto de los adolescentes del nivel socioeconómico más alto.
