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Editorial

De Jorge a Francisco: a cinco años de la asunción papal

El 13 de marzo de 2013 y ante una multitud de fieles ubicados en la Plaza San Pedro, asumía como máximo líder de la Iglesia Católica Jorge Bergoglio, el primer papa argentino.

«Francisco» como eligió ser nombrado posterior a su asunción, hacia alusión a San Francisco de Asís, santo que extendía su mano a pobres y humildes. El tiempo se encargó de dejar en claro que ese nombre era el que le pertenecía. Fue así que su primer viaje lo llevó a visitar Lampedusa -islas del archipiélago de las Pelagias en el mar Mediterráneo-, tierras en las que se encontraba una gran cantidad de inmigrantes ilegales que habían sido expulsados de sus tierras y que huían en busca de futuro. De esta y otras maneras, Francisco demostró el por qué de su nombre.

El diálogo y el encuentro con los pobres son dos rasgos fundamentales del mandato del Papa.

Uno de sus discursos más relevantes fue el del 9 de julio de 2015 ante un auditorio plural de los movimientos sociales reunidos en Cochabamba -Bolivia- cuyo eje fue su proclama de la tierra, el techo y el trabajo, con base teológica en su encíclica Laudato Sí. Tanto el Laudato Sí -2015- como el Lumen fidei -2013- se alzan a favor de los pobres y sus organizaciones, con fuertes críticas al capitalismo y a los poderes hegemónicos; y con un necesario llamado a la paz. Una militancia pacifista que Bergoglio apoya con sus acciones y las del Vaticano en cada lugar de conflicto que se presente.

La imagen de líder de Francisco ha sido construida  y consolidada fuera de los límites de la Iglesia, concretando el viejo anhelo del Concilio Vaticano II de dialogar con la sociedad a partir de las realidades, los problemas y también los cuestionamientos que de allí surgen para la institución católica.

En menos de seis años el Papa escribió las dos enciclicas antes nombrados, dos exhortaciones apostólicas: Evangelii gaudium (2013) y Amoris Laetitia (2016) y realizó 22 viajes en los que visitó 33 países.

Si bien en marzo de 2015, Francisco declaró en la televisión mejicana que esperaba que su pontificado fuese breve, hoy da inicio a su sexto año de mandato, inundando de fe los conflictos globales, oyendo a los más necesitados y profundizando la reforma de la Iglesia hacia una forma de gobierno y de participación más sinodal, más horizontal y plural que renueve la vida del catolicismo.

Belén Altamira

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