AG Noticias dialogó con el artista plástico Matías Factorovich, quien profundizó acerca de esta muestra que estará en el museo de nuestra ciudad hasta el mes de junio.
En sus viajes de juventud y en esta muestra, Matías Factorovich explora la plástica africana que luego reconoce en la diáspora de la trata negrera en América. Su presencia disruptiva en estos espacios busca contribuir a la reflexión crítica sobre el legado afro en nuestra cultura.
AG Noticias dialogó con el artista y nos comentaba lo siguiente: «En mi casa cuando yo era niño había un libro de arte africano antiguo. Recuerdo haberlo mirado mucho y querer ir a captar en vivo y en directo las cosas que me llenaban de intriga y me parecían misteriosas«.
Asimismo, Matías habló de los viajes que realizó hasta África para conocer esta cultura. «Celina, una mujer africana, me adopta como a un hijo, y con ella se me abrió un mundo maravilloso. Viví con ellos y en el segundo viaje ella me lleva a conocer a mi abuela. Tuve la suerte de vivir desde adentro, no totalmente por las diferencias culturales, pero yo siempre estuve entregado a a dejarme guiar y no como turista«.
Con respecto a su carrera como artista plástico, Factorovich señaló: «Desde siempre sentí una gran atracción por el arte africano, el más primitivo. Sin darme cuenta fui armando mi colección. Cosas que compré en África y en otros lugares que veía y que me conmovía y atravesaba. La oportunidad de mostrarlas en la inauguración de noviembre donde armé esta muestra mía como artista y como admirador de la cultura africana».
La muestra está compuesta de tres salas. La primera de ellas es exclusivamente de África con fotografías analógicas y toda la colección africana. La segunda, es la sala del Virrey Liniers con dos mascaras a sus lados de Bolivia que representan a los esclavos negros que trabajaban en las minas de Potosí. Por último, la tercera está la sala religiosa donde se igualan las deidades de cada pueblo en las imágenes cristianas a la misma alturas de las deidades de África.
Finalmente, el artista plástico concluyó: «La inquietud del simbolismo creo que es lo que más me ha marcado. Por ahí no específicamente el color, pero si el símbolo y esa cosa del misterio. Cuando uno mira algo y no lo termina de entender pero te dan ganas de seguir mirándolo. Eso siento que lo utilizo mucho yo cuando trabajo».
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