Ayer viernes, el Salón María Elena Walsh de Villa La Bolsa le hizo honor a su nombre. Los títeres se adueñaron del momento. El espacio se llenó de magia, de niños, de familias buscando en los títeres un necesario espacio para compartir vivencias.
Anoche, se representó la obra «Abuela, Miedo y yo», llevada al escenario por Emilia Aragón como parte del 13º Festival Internacional de Títeres «Pan y Vino».

«La asistencia de tanta gente a un espectáculo como el de anoche habla de la necesidad de encontrarnos a compartir, a construir redes. Algo tan importante en estos tiempos donde pareciera que reina la individualidad y la virtualidad». Las palabras le pertenecen a Lili Flores, Secretaria de la Comuna y artífice de la llegada del espectáculo a la localidad.
Y entre los muchos presentes, no hubo solo vecinos. Fue notable la participación de familias que estaban vacacionando en la localidad. Lo que no hizo más que dejar claro que estos eventos culturales fomentan el turismo familiar, lo cual es una apuesta más que necesaria.


«Si bien contamos con excelentes lugares gastronómicos que ofrecen shows y la más importante feria autogestiva del valle de Paravachasca, creo que es importante hacer un aporte cultural desde el Estado. Si decimos que el acceso a la cultura es un derecho, debe verse reflejado en apuestas como éstas. En obras de calidad que están allí , como en este caso, en el Festival Internacional de Títeres», agregó Liliana.
Por último, la organizadora del evento agradeció: «Principalmente a Natalia Colautti, gestora del Festival Internacional. Pero también a cada persona que hizo posible este evento, en especial al vecino que colaboró hasta consiguiendo los equipos de sonido para que pudiera llevarse a cabo. A esta red la construimos entre todos, queda claro».

