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Todos los detalles del acuerdo que permite fabricar la Sputnik V en Argentina

Todos los detalles del acuerdo que permite fabricar la Sputnik V en Argentina

Ya se hicieron 21 mil dosis y, con el OK del Instituto Gamaleya, se producirá el primer millón en junio. Son producto del Laboratorio Richmond de nuestro país, en acuerdo con Rusia. El objetivo es terminar produciendo 5 millones de dosis mensuales.

Argentina dio un paso gigante en el camino de la producción de vacunas. El Laboratorio Richmond fermentó, formuló, filtró y envasó unas 21.000 dosis de Sputnik V, dosis 1 y dosis 2, de las que se sacó una muestra para realizar el control de calidad en Rusia, en el Instituto Gamaleya.

El proceso de validación de lo hecho en Argentina tardará entre dos y tres semanas, y el proceso consiste en que de Rusia viene el elemento activo de las vacunas y aquí se hace toda esa compleja etapa final. Según el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF por sus siglas en inglés), el Instituto Gamaleya, el Laboratorio Richmond y la Casa Rosada, si las cosas salen correctamente, se podría arrancar con la producción masiva en junio. 

Las cantidades se están negociando en Moscú con la participación de la asesora presidencial Cecilia Nicolini y el titular del Richmond, Marcelo Figueiras, pero el empresario sostuvo que se arrancaría con un millón de dosis mensuales en junio y el objetivo es llegar a cinco millones. 

En el gobierno manejan la noticia con prudencia porque las cuestiones biológicas no son sencillas en cuanto a tiempos y resultados. El proyecto y el fideicomiso para la producción se llamarán Vacuna de Inmunización para el Desarrollo Argentino (VIDA), pero la vacuna seguirá denominándose Sputnik porque es la marca registrada.

Proceso

El gobierno de Alberto Fernández apostó de entrada a la vacuna Sputnik V, denostada por la oposición, y que se convirtió a nivel internacional en una de las más valoradas. La iniciativa fue del mandatario, de Cristina Kirchner, Carla Vizzotti y Nicolini. La base fue la buena relación entre CFK y Vladimir Putin, pero luego Alberto Fernández logró anudar todo el acuerdo.

La acción clave fue la aprobación de la Sputnik V por parte de la Anmat y el Ministerio de Salud lo que significó un espectacular espaldarazo para el Instituto Gamaleya y para la Sputnik. Cuando Argentina convalidó la vacuna sólo lo había hecho Bielorrusia, de manera que, pese a las presiones geopolíticas, se dio un paso audaz y trascendente. Hace apenas 90 días, la oposición hablaba del envenenamiento que produciría la vacuna y la histeria opositora sólo la frenó la publicación de The Lancet en enero. Hoy en día, está establecido que la Sputnik V tiene una efectividad de casi el 95 por ciento. 

Mucho antes de la publicación en The Lancet,, en noviembre de 2020, los científicos del RDIF estuvieron en Argentina y empezaron a sondear las posibilidades con varios laboratorios del país. El elegido terminó siendo Richmond. En ese momento se hizo una inspección del laboratorio y las autoridades del Gamaleya quedaron conformes. En general, la industria farmacéutica y la ciencia argentina tienen un reconocimiento internacional, de manera que ese fue un puntapié inicial para los acuerdos. Ahí se empezaron a cerrar los acuerdos.

Los pasos

En los primeros días de abril vino de Moscú un cargamento con el elemento activo de la vacuna, el antígeno, con el que se trabajó en secreto para que Richmond pudiera mandar las muestras. Ese material está ahora en el Instituto Gamaleya que lo someterá al control de calidad que tarda entre dos y tres semanas.

Etapas

Durante la semana pasada, hubo una visita confidencial a la planta de Richmond. Estuvieron la ministra Vizzotti y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Hubo un compromiso de confidencialidad pero ahí se hicieron las primeras fotos de los envases hechos en una planta alquilada de Malvinas Argentinas y en la planta de Richmond en Pilar.

Este martes, el laboratorio informó formalmente que produjo el tramo final de la Sputnik; que se enviaron las muestras congeladas para el control de calidad; y que está en marcha el proceso de firmar los contratos de provisión del elemento activo que le permitirá multiplicar la producción.

En Richmond explicaron: «es un proceso que vamos a ir escalando: empezaremos con un millón de dosis mensuales en la planta pequeña que tenemos hoy, hasta que terminemos de construir la que anunciamos. Eso demorará alrededor de un año. E iremos aumentando hasta llegar a los cinco millones de dosis por mes”.

Lo que se creó fue un fideicomiso, es decir una inversión específica para la producción de la Sputnik. El fideicomiso lleva el nombre de Vacuna de Inmunización para el Desarrollo Argentino (VIDA); y con la inversión se pone en marcha todo el proceso e incluso la construcción de la nueva planta. Los contratos se están firmando en Moscú y la marca de la vacuna seguirá siendo Sputnik porque es la marca registrada a nivel mundial. Específicamente en los 60 países en los que ya está autorizada.

El comunicado oficial, emitido por RDIF dice textualmente: «Argentina se ha convertido en el primer país de América Latina en comenzar la producción de la vacuna Sputnik V. RDIF y sus socios han realizado una transferencia de tecnología para Laboratorios Richmond; el primer lote producido será entregado al Centro Gamaleya para el control de calidad del medicamento. Está previsto que la producción a gran escala de Sputnik V en Argentina comience en junio».

nakasone