La modalidad virtual que obligatoriamente debió tener este año la Semana del Che arrojó un balance positivo, de acuerdo al análisis realizado por sus organizadores.
Este año, la tradicional Semana del Che tuvo una particularidad respecto a ediciones anteriores. La situación por todos conocida de la emergencia sanitaria obligó a realizarla a través de las redes y la tecnología.
«Fue distinta, fue virtual y para nosotros fue un desafío. Armar y diseñar un montón de cosas que no estábamos acostumbrados a hacer. Pero tuvo su lado positivo. Tuvimos otro alcance, con saludos que nos llegaron desde distintas provincias del país e incluso desde el exterior», contó Lara González, Directora de Cultura y Turismo de la ciudad.
Las muestras se dividieron en distintas etapas, mostrando diferentes facetas de la vida del Che, e interactuando con invitados de otros lugares hablando sobre Guevara.
«Está todo subido a las redes, quienes quieran revivirlo o bien verlo por primera vez, pueden hacerlo ingresando. Tanto en nuestro facebook como en el Instagram del Museo», agregó Lara.
Evidentemente, no hay mal que por bien no venga. Y esta modalidad virtual, obligada por las circunstancias abrió otro panonorama para futuras ediciones. «La experiencia de este año nos hizo llegar más lejos y ojalá que la gente lo haya disfrutado. Por qué no desde el año que viene hacerlo tanto presencial como virtual», finalizó la funcionaria de Cultura.
