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Medio Tono: La perla escondida del Paravachasca

Si llegas en tan sólo 12 minutos a un lugar en donde has quedado con amigos o vas con muy buena compañía, te reciben en la puerta con una sonrisa o un abrazo. Te atienden con la familiaridad y la calidez que se recibe a un amigo que hace muchos años no venía a verte. Además, eres sorprendido por la excelencia de un show musical, definitivamente encontraste una perla escondida. Eso es Medio Tono.

Medio TonoPeriodista enviado: Oscar Castañeda

El creador de este espacio pensado como un Club de música, es como un Papá que no desea nada para sí, sino todo para ese hijo que ha sido engendrado con pasión. Una pasión que abraza el anhelo de verlo crecer. Recorrer su propio camino y mantener la sinergia necesaria para manejarse prácticamente sólo. Sin la necesidad de una cara visible o un nombre que lo gobierne. 

Cuando llegué a Medio Tono Club de música, me encontré con esta experiencia, cálida, desprevenida y con una riqueza musical. En una noche de Rock y Blues, que nada tiene que envidiarle a los Clubes famosos de las grandes ciudades. Me recibió su dueño, Mariano Alberti y aunque sé que no quisiera ser nombrado en esta nota, debo darle el crédito por haber tenido tan buena idea de pensar en un lugar así.

Después de conversar un rato me senté a la mesa para disfrutar de la noche y prestar atención a los músicos en escena. Con toda la naturalidad del mundo Mariano se acomodó en el escenario y se colgó la guitarra como quien se pone esa campera que tanto le gusta. El músico invitado no pudo llegar, pero Mariano no se sobresaltó, ni se angustió, sólo hizo lo que sabe hacer: Música, hizo música con su guitarra.

Recuerdo una frase que me dijo Mariano: “Toda la música que hago, está atravesada por el jazz”. Y esto pasa de la misma manera con los ciclos de música que se presentan en el lugar. Quiero citar textualmente algunas frases de la pluma del mismísimo Alberti: 

“Los conciertos de Medio Tono tienen ese que se yo, viste, se sabe cuándo empiezan, pero no cuando terminan. Desde las mesas el afecto del público no los deja terminar, eternizando la noche en una charla de la que todos somos parte, como en una reunión en una casa de amigos”.

Medio Tono se define como un pequeño teatro que se acompaña con mesas y sillas. Va reservando y prevendiendo los lugares como si fueran las butacas de un teatro bajo la modalidad cafe concert sin pedir consumo minimo. Osea la persona puede solo pagar la entrada y no consumir.

La cocina, el lugar, las obras del Artista Raúl Soria colgadas en las paredes, el respeto brindado a los músicos por la gente que va a escucharlos y que paga la entrada (una módica suma para apoyarlos), pero fundamentalmente la música en vivo que se escucha en este lugar, hacen de Medio Tono una perla que recientemente me encontré en el Valle de Paravachasca.

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