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Altagracienses por el Mundo

La historia de Patricia: cuando la edad no es un impedimento para emigrar

La historia de Patricia: cuando la edad no es un impedimento para emigrar

En esta sección te invitamos a conocer las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. AGNoticias dialogó con Patricia quien hace ocho años se animó a se animó a emigrar siendo adulta y dejó nuestra ciudad para aventurarse en España. Con el apoyo de su familia y el encuentro de compatriotas en Menorca, logró superar los desafíos iniciales y, tras dos temporadas, se trasladó a Andorra, donde hoy reside.

En AGNoticias la sección «Altagracienses por el Mundo» ya es un clásico de nuestro portal informativo. Un espacio dónde les acercamos los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Patricia Ulla.

Patricia nació, creció y formó su propia familia en Alta Gracia. No obstante, gracias a una amiga, se le presentó la oportunidad de viajar a España hace 8 años. Con el apoyo de su familia y después de varios intentos, logró concretar el viaje y llegar a Menorca en 2016.

La mujer contó que al principio la adaptación fue complicada, pero tuvo la suerte de cruzarse con personas maravillosas, entre ellas algunos vecinos de Alta Gracia, quienes le brindaron gran ayuda. “Trabajé allí dos temporadas, luego emprendí viaje hacia Andorra.”

El principal motivo por el cual Patricia viajó fue el de mejorar la calidad de vida de sus hijos y poder cumplir sus sueños. «Quería brindarles un entorno seguro, con mejores oportunidades. Además, fue una oportunidad para mí de perseguir mis propios sueños y aspiraciones, de poder desarrollarme profesional y personalmente en un lugar que me permitiera cumplir con mis metas».

Desde que decidió emprender esta aventura, la altagraciense pudo conocer Málaga, Marbella, Zaragoza, Menorca, Italia y otros lugares más.

Trabajo y perseverancia: Jefa de pisos en unos de los hoteles de 5 estrellas más prestigiosos

A continuación, sostuvo que en Andorra encontró su lugar en el mundo. Trabajó arduamente y, poco a poco, fue creciendo en la hostelería, aprendiendo día a día y poniendo la mejor actitud para poder avanzar en su profesión.

«Este país me brindó oportunidades que en mi tierra no podía alcanzar. Hoy, gracias a ese esfuerzo y a las oportunidades que encontré aquí, soy jefa de pisos en uno de los hoteles más prestigiosos de Andorra, un establecimiento de cinco estrellas«.

Con mucha dedicación, consiguió abrirse camino en un sector altamente competitivo. «Cada día significó un aprendizaje, y siempre puse la mejor actitud para avanzar y destacar en mi profesión».

¿Cómo es la realidad de conseguir trabajo y vivienda en el extranjero?

Emigrar en busca de nuevas oportunidades lleva tiempo. La incertidumbre de no saber si se podrá conseguir trabajo y vivir con una mínima seguridad pesa a la hora de tomar la decisión.

Basándose en su experiencia personal, la altagraciense relató que cuando arribó allá por el 2016, era mucho más fácil encontrar trabajo porque faltaba mucha mano de obra.

«Hice las conexiones necesarias y empecé a trabajar. Al principio, trabajaba por temporada: pasaba seis meses en Andorra y seis en mi casa. Luego, me agarró la pandemia, y estuve un año y medio en Argentina».

Lo mejor, explicó Patricia, es que quienes vengan a este sitio de Europa lo hagan asesorándose bien ya que suelen solicitar antecedentes penales y cuatro años de aportes en el área en la que uno trabaje.

«Por ejemplo, para obtener una tarjeta de residencia por dos o tres años, exigen que hayas trabajado como camarero de restaurante durante cuatro años, con aportes certificados. Este requisito es muy riguroso y puede complicar la situación para muchas personas«.

Por otro lado, señaló que el tema de la vivienda también es algo complicado porque los alquileres son muy caros, y para alquilar hay que juntarse entre tres o cuatro personas. Además, es difícil porque piden un depósito de 4000 o 5000 euros, lo cual se hace casi imposible.

«Hace algunos años, los mismos hoteles ofrecían vivienda a los trabajadores porque había una gran demanda de mano de obra. Pero ahora ya no es así; quienes vienen para la temporada de invierno siguen llegando cada año, así que es como una cadena que continúa sin parar«.

Para terminar, la mujer afirmó que solo algunos pocos tienen suerte hoy en día de asegurarse hospedaje en un hotel. «Alquilar una habitación cuesta entre 500 y 900 euros. En todas partes del mundo es igual; se aprovechan de la situación, y la gente desesperada termina pagando».

Vivir en Andorra: Un lugar excepcional rodeado de bellos paisajes y en un entorno único

Andorra, el país de los Pirineos entre España y Francia, es el destino ideal para aquellos que desean sentir la naturaleza. La nieve en invierno y el aire fresco en verano. Paisajes increíbles, parques naturales, rutas de senderismo y ecoturismo.

Para Patricia, la vida diaria en Andorra está llena de desafíos y nuevas experiencias. Desde adaptarse al clima y la cultura local hasta manejar las situaciones cotidianas, cada día trae algo nuevo. «Andorra es un principado que está entre Francia y España, es muy pequeño, tiene 70 mil habitantes y es como Alta Gracia, solo que rodeado de montañas».

La mujer admitió estar enamorada de este lugar y haber encontrado su sitio en el mundo. Además de esto agregó que es un país muy seguro, donde no hay pobreza y todos trabajan para salir adelante. “Aquí, si no trabajas, es difícil cubrir tus necesidades básicas, ya que no cuentan con vivienda, comida ni cobertura médica.”

En este sentido, reconoció que la vida es cara, pero los ingresos permiten vivir bien. “En invierno, la nieve atrae turistas de todo el mundo, que vienen a disfrutar del esquí.”

«El clima es muy frío en invierno porque nieva, y puede acumularse hasta un metro y medio de nieve. Hay muchas pistas de esquí a las que viene gente de todo el mundo».

Seguido de esto, comentó que las costumbres son muy distintas a las nuestras. «Por ejemplo, en Navidad y Año Nuevo no festejan como nosotros. Ellos brindan y listo; al día siguiente se juntan a almorzar, y es muy aburrido, nada que ver con nuestras celebraciones».

En cuanto a la gastronomía, sostuvo que es parecida, pero que la carne, en particular, no le agrada. «Nada que ver con nuestras carnes argentinas. Por lo demás, si uno le pone un poco de nuestra onda, se adapta bien».

«Igualmente hay supermercados que venden productos de diferentes países: Argentina, Ecuador, Cuba, Colombia, entre otros, porque vive mucha gente de distintas nacionalidades».

Lecciones y experiencias de adaptación en un nuevo país

Acerca las experiencias y lecciones que le dejó el emigrar, Patricia destacó la riqueza que le ha brindado convivir con personas de diversas nacionalidades y culturas, una experiencia que, según ella, ha transformado su forma de ver el mundo. «Lo mejor fue aprender a convivir con personas de todo tipo, de distintas nacionalidades y culturas, que con el tiempo se vuelven tu familia», comentó con entusiasmo.

Para ella, esta convivencia ha sido una oportunidad única de aprendizaje y crecimiento personal. «Aquí no hay diferencias. Todos compartimos y nos apoyamos sin importar de dónde vengamos. En momentos difíciles, el vínculo con personas de otros países te enseña a valorar lo humano por encima de las diferencias culturales o lingüísticas», agregó.

Asimismo, resaltó cómo esta experiencia le ha permitido ampliar su perspectiva, derribar prejuicios y adoptar costumbres de otros lugares, enriqueciendo tanto su vida personal como profesional. «Aprendí a ser más empática, a aceptar nuevas maneras de pensar y a valorar la unión y el apoyo mutuo que nace en una comunidad tan diversa», concluyó, dejando en claro que la multiculturalidad ha sido uno de los mayores tesoros que ha encontrado viviendo fuera de Argentina.

Tengo amigos de todas partes del mundo y eso es gratificante: saber que del otro lado hay personas que tienen un buen recuerdo tuyo. También tener las puertas abiertas en cualquier parte del mundo.”

Consejos para aquellos que están pensando en vivir en otro país

Al pedirle un consejo para quienes tienen la intención de emprender esta aventura, la altagraciense explicó que hay que animarse a vivir esta experiencia sin importar la edad que se tenga.

Mi consejo es para las personas mayores que no se animan a tomar la decisión de formar una nueva vida en otro lugar. Les digo que hay que animarse a salir y vivir nuevas experiencias.”

Patricia remarcó que a los sueños hay que cumplirlos, que no hay que bajar los brazos por tener más de 50 años.

Al contrario, hay que empujar el barco con más fuerza, nunca es tarde. Dios es tan grande que él nos lleva a lugares que nunca imaginamos. Estoy muy agradecida de haber podido conocer lugares maravillosos, como Málaga, Marbella, Zaragoza, Menorca, Italia  y algunos más.”

¿Volver a Argentina?

Toda persona que emprende un viaje para irse a vivir a otro país lejano y ajeno, lleva consigo en su memoria los recuerdos de los seres queridos que dejó atrás. Patricia extraña a Argentina en todo momento. En especial a sus hijos, familiares y amigos.

Por último, al consultarle por una posible vuelta al país, su respuesta es clara: por supuesto que volvería. Tengo mis raíces allí. Amo Alta Gracia, tierra donde crecieron y se educaron mis hijos.”

A modo de cierre, la mujer agradeció el apoyo que le brindan sus hijos día a día. “Quiero aprovechar para agradecerles a ellos por el apoyo incondicional y por el amor que me brindan; son un verdadero ejemplo de hijos. Sofía, Andrea, Emiliano, Agustina y Luciana. Ellos son mis grandes amores.”

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