En esta sección te invitamos a conocer las historias de aquellos altagracienses viviendo en diferentes partes del mundo. AGNoticias dialogó con Agostina quien, con un espíritu aventurero y una mochila llena de sueños, dejó su carrera de óptica para recorrer el mundo junto a su pareja, trabajando como camarera, niñera y muralista.
En AGNoticias la sección «Altagracienses por el Mundo» ya es un clásico de nuestro portal informativo. Un espacio dónde les acercamos los lectores historias de vecinos, amigos o familiares que dejaron su ciudad natal y que ahora están viviendo diferentes experiencias alrededor del mundo. En esta oportunidad, conocemos más a la altagraciense Agostina Franco.
Tras años soñando con recorrer el mundo y en busca de nuevas experiencias, Agostina tomó la decisión de dejar Argentina en 2020 para comenzar una vida sin un destino fijo. Junto a su pareja, se embarcó en una aventura que implica cambios constantes, desafíos y aprendizajes que también la ayudan a crecer. Desde entonces, han vivido en diferentes lugares, adaptándose a nuevas culturas y paisajes que enriquecen su vida cada día.

“Siempre me motivó viajar para conocer nuevos lugares, personas y vivir experiencias únicas. Sin embargo, no todo es fácil. La adaptación es un proceso fundamental. Hay realidades culturales, como el machismo en algunos lugares, que resultan difíciles al principio. Con el tiempo, trato de entender la dinámica local, aunque no siempre logro adaptarme y, cuando eso ocurre, intento buscar otro rumbo”, reflexionó.
A pesar del desgaste que implica «reiniciar» la vida cada vez que se mudan, Agostina considera el crecimiento personal compensa las dificultades. Conozcamos más de su historia.

Dejar una profesión atrás y reinventarse con nuevas oportunidades
Agostina se formó como óptica y trabajó durante años en un negocio familiar en Alta Gracia. Sin embargo, al emprender su vida viajera, dejó temporalmente esta profesión para explorar otras experiencias laborales en diferentes países.
Actualmente, su trabajo combina creatividad y versatilidad: la joven es muralista y ejerce esta actividad cada vez que se establece en una nueva ciudad. Además, ha trabajado como camarera y niñera, adaptándose a las oportunidades que surgen en cada destino.

“He tenido muchos más trabajos en Alta Gracia que en otras partes del mundo, pero me gusta encontrar nuevos oficios. Tal vez no sean mis trabajos ideales, pero siento que son parte del proceso de vivir viajando”, explicó Agostina.
¿Cómo es la realidad de conseguir vivienda en el extranjero?
El acceso a la vivienda es uno de los principales desafíos para quienes deciden emigrar. Agostina destacó las diferencias entre alquilar en América Latina y Europa.
“En México, los contratos son flexibles. Podés alquilar por tres o seis meses sin problemas, y los valores son accesibles. No se manejan alquileres por temporada como en otros lugares. Pero en Europa la situación cambia: te piden recibo de sueldo, residencia o documentación legal”, explicó.

La joven agregó que, mientras en el sur de Italia la experiencia fue más simple, en otros países las exigencias aumentaron. En España la oferta de alquileres es limitada y los precios desbordados. “Hay personas que, teniendo un recibo de sueldo, subalquilan habitaciones sin requerir papeles, una opción común para quienes no están documentados”, señaló.
A pesar de las dificultades, Agostina sostuvo que, con organización y respetando las reglas, siempre es posible encontrar soluciones.

La magia de vivir conociendo países y culturas
Cada lugar en el que ha vivido Agostina le ha dejado experiencias únicas, pero también desafíos y aprendizajes. “Europa es maravillosa, con paisajes increíbles. En España vivíamos en una isla, así que teníamos el mar muy cerca. Italia, aunque preciosa, me dejó sentimientos encontrados. Mientras la parte turística es espectacular, en el sur encontré muchas zonas abandonadas y problemas sociales que no suelen contarse”, relató.

México, por otro lado, le brindó un ambiente vibrante y lleno de contrastes. “Vivía en Playa del Carmen, donde es verano todo el año. La fiesta y la diversidad son fascinantes, pero también convivís con el narcotráfico y situaciones de riesgo que no siempre aparecen en las noticias, como los tiroteos en zonas turísticas”, comentó.

Su paso por Canadá también fue especial. “Es un país impresionante, pero muy frío. Vivir allí fue descubrir paisajes de ensueño y una diversidad cultural enorme. Podés estar en un lago rodeado de bosques y, a unos kilómetros, en una ciudad con rascacielos”, recordó.

El aprendizaje de idiomas ha sido uno de sus grandes desafíos. “Siempre me costó el inglés, pero aprendí lo suficiente para comunicarme. Ahora hablo italiano e inglés básico, y seguiré perfeccionándome. Viajar te obliga a adaptarte, y en muchos lugares solo se habla el idioma local, lo que te pone a prueba”, señaló.
Sobre cómo la han recibido en otros países, la joven destacó experiencias variadas: “En algunos lugares nos quieren mucho, en otros ya están un poco cansados de los argentinos. Pero he aprendido a respetar las diferencias culturales y a adaptarme, porque no es mi país ni mi gente”.

Experiencias personales y consejos para aquellos que están pensando en vivir en otro país
Cuando se le pidió un consejo para quienes están pensando en emigrar, Agostina fue clara: “Anímense y no tengan miedo. Emigrar es un desafío, pero también una experiencia maravillosa”.

La joven también destacó la importancia de buscar apoyo y hacer preguntas sin temor a parecer insistente. “El argentino que emigró ya pasó por esa incertidumbre de no saber a dónde ir, qué hacer o dónde quedarse. Siempre hay una red de apoyo”, afirmó.
Agostina recomendó aprovechar las herramientas disponibles, como grupos de WhatsApp, páginas web, aplicaciones y comunidades en Facebook, además de contactar a personas que ya están viviendo en el exterior, sin importar el nivel de cercanía.
«La clave es agotar todas las posibilidades y no tener miedo de pedir ayuda. La solidaridad entre quienes ya dieron ese paso es lo que hace que todo sea más fácil«.

¿Volver a Argentina?
Por ahora, Agostina no planea establecerse definitivamente en Argentina, aunque siempre lleva presente la idea de regresar. “Extraño mucho a mi familia, los amigos, la comida, y las juntadas que allá no se viven tanto como en otros lugares. Todo depende del lugar y del círculo de personas, pero esa sensación de pertenencia es única”, reflexionó.

El retorno a su país definitivamente está en sus planes. “Siempre quiero volver, cada año si es posible. De hecho, estamos de vacaciones hasta febrero. Amo mi país, mi ciudad, y tengo muy claro que mi lugar para vivir siempre será Alta Gracia”.
Sin embargo, por el momento, viajar y conocer el mundo siguen siendo su prioridad. “Quiero aprovechar algunos años más para explorar, descubrir qué es lo que realmente me gusta. Pero sé que mi destino final es mi ciudad”, aseguró.
Al pensar en su experiencia, Agostina invitó a no tener miedo y dar el paso de salir al mundo. Un día, según contó, volverá a nuestra ciudad. “Alta Gracia es mi lugar en el mundo”, concluyó.


