AG Noticias
La Educación sobre la Mesa

La Educación sobre la mesa. Hoy: «Finalidad Social de la Educación»

La Educación sobre la mesa. Hoy: "Finalidad Social de la Educación"
Por Laura Iglesias (Especial para «La Educación sobre la Mesa») 

Responder a un perfil de estudiante en la quietud de una descripción ideal; alcanzar los indicadores que acreditan una trayectoria escolar, con valores predeterminados que condicionan su aprobación, tal vez no se corresponda con la finalidad social de la educación que demanda hoy la sociedad.

Un semáforo en rojo habilita la tímida, y respetuosa, presencia de un aviso clasificado, a la luz de la calzada: “Busco trabajo, sé cortar el pasto, hacer tareas de albañilería, plomería, etc.”. Está grabado sobre un cartón que oficia de panel publicitario a mano alzada. Quien lo exhibe, una persona, como vos y yo, que, valiéndose de la palabra escrita, como credenciales de su paso por el proceso de alfabetización, deposita la esperanza de obtener una oportunidad en un receptor, en una mirada que lea con sentido, que puede ser la tuya o los mía.  

El semáforo en verde, indica que concluyó la entrevista laboral, para dar paso al tránsito que marca el ritmo de la ciudad, y allí se encontraba una rampa de acceso a la vereda, obstaculizada por un vehículo, que, a juzgar por su apariencia, presumía de estreno. Su conductor, uno más de nosotros, seguramente con una formación académica, que da cuenta del potencial de sus capacidades y habilidades, pero que en esta cita no dieron el presente, mas sí habilitaron el ausente del DERECHO del otro, de un alguien, de una persona, que necesita valerse de ese recurso para sentirse incluido socialmente, al igual que vos y yo.  

Función Social como “fin” de la educación

Situaciones que ilustran un paisaje cotidiano, que debería ser un reflejo de la FUNCIÓN SOCIAL DE LA EDUCACIÓN.  “Hay toda una serie de finalidades sociales de la educación que, más allá de sus fines meramente individuales y a menudo en consonancia u oposición con los mismos, son inherentes a la misma. Entre las cuales se encuentran las de proporcionar unidad, madurez, cohesión, tanto al grupo en general como a sus miembros.”   

La función social de la educación no es para admirar en la quietud, en para generar un eco que se visibilice en la cotidianeidad de la dinámica social.

Fernando Savater nos lleva al camino de la reflexión con algunos interrogantes: ¿Debe la educación preparar aptos competidores en el mercado laboral o formar hombres completos? ¿Ha de potenciar la autonomía de cada individuo, a menudo crítica y disidente, o la cohesión social? ¿Debe desarrollar la originalidad innovadora o mantener la identidad tradicional del grupo? ¿Atenderá a la eficacia práctica o apostará por el riesgo creador? ¿Mantendrá una escrupulosa neutralidad ante la pluralidad de opciones ideológicas, religiosas, sexuales y otras diferentes formas de vida o se decantará por razonar lo preferible y proponer modelos de excelencia? ¿Pueden simultanearse todos estos objetivos o algunos de ellos resultan incompatibles? En este último caso, ¿cómo y quién debe decidir por cuáles optar? Y otras preguntas se abren, por debajo incluso de las anteriores hasta socavar sus cimientos.”

Función social que funcione

En este marco dice Savater: “que la primera condición indispensable para ejercer de Educadores es ser optimista. Si no creemos que nuestra labor va a dar frutos, es mejor claudicar. Un profesor tiene la obligación de creer que mediante la educación es posible cambiar a las personas, cambiarlas a mejor. Nosotros somos un referente clave para nuestros estudiantes. Muchas veces somos las únicas voces que les hacen pensar. Y es que los centros escolares se han convertido poco a poco en islas donde unos adultos intentan mostrar a grupos de chicos y chicas que hay otra manera de pasar por la vida.”

Esta función social de la educación, que es cuestionada a diario, por todos, encuentra hoy, en el inicio de un nuevo ciclo lectivo la oportunidad de trazar las bases del diseño de una propuesta educativa que entrelace las necesidades y problemáticas del contexto social situado de la Escuela. Con los ejes curriculares, contenidos de aprendizaje, y propósitos de enseñanza. Propuestas que posibiliten a los estudiantes sentirse parte, protagonistas y generadores de acciones que contribuyan a un progreso responsable y sustentable de la sociedad.

La Función Social de la Educación es un desafío que trasciende la trayectoria escolar, para convertirse en PARTE DE LA TRAYECTORIA PERSONAL A LO LARGO DE NUESTRA VIDA, esta función implica el compromiso de toda la sociedad, porque no aprobamos solamente en una instancia de examen institucional, acreditamos nuestros saberes continuamente en nuestro acaecer diario.

   Con el deseo de que disfruten un domingo hermoso, los saludo hasta el próximo encuentro.

nakasone