Sectores de algunos barrios de la ciudad de Alta Gracia padecen la falta de agua. Ello, sumado a las altísimas temperaturas de esta semana, hacen un caldo de cultivo ideal para el hartazgo y la protesta. El vecino reclama, y tiene razón.
Y en medio de estos reclamos por el agua, hay quienes vienen poniendo la cara, y quienes por ahí parecieran no tener todo el ánimo del mundo para dirigirse a los vecinos. Aparecen quienes habiendo estado en la función pública tampoco aportaron soluciones y quienes les salen al cruce en un tiroteo político que poco ayuda a encontrar la salida al problema.
«Puede que esté aislado, no sé, pero la situación ameritaba que estuviera en el corte de ruta de Parque San Juan. Hay que ser funcionario todo el tiempo, no solo cuando se inauguran luminarias», dijo en confianza a este medio un importante funcionario municipal, refiriéndose al titular de Servicios Públicos, Pablo Ortiz.
Lo cierto es que el funcionario, el mismo que allá por octubre de 2020 anunciara que «el 15 de noviembre lanzaremos el programa de los 41 kilómetros de agua para la periferia», recién ayer y por vía telefónica, salió al aire por un medio radial. Más que nada a responderle a un referente de la oposición, que a aportar soluciones. Pero en definitiva salió a hablar del problema luego de varios días de un silencio mediático que no le suele ser muy propio.
Allí, ratificó lo que ha venido diciendo hace rato: “El gobierno tiene un programa totalmente pensado para poder llegar al 100% de agua de red. El problema no es la cantidad de agua que se genera sino la presión. Contamos con una red de distribución muy vieja y eso es lo que dificulta la situación la distribución”.
O sea, dejó en claro conocer el problema que todos conocemos. Es evidente que han llegado momentos de dar cuenta de soluciones de una vez por todas. Como diría Mafalda en la histórica tira: «hay demasiados problemólogos, hacen falta solucionólogos».
En la ciudad se realizaron obras para el agua. Millonarias obras. Alta Gracia cuenta con una planta potabilizadora modelo en la provincia, que significó una inversión enorme. Hoy, esa obra permite decir que hay agua para toda la ciudad y mucho más. Entonces: ¿qué está fallando? ¿Por qué no hay presión suficiente para que todos los sectores tengan el líquido elemento? ¿los tendidos de redes que se hicieron en los barrios, están bien realizados? Si están bien hechos, ¿qué sucede?. Son preguntas que hoy se hacen los vecinos, y que sería muy bueno que a la hora de las respuestas no solo la gente de Cosag salga a explicar y poner la cara.
A esta altura de las circunstancias, en Belgrano 15 y otras dependencias municipales, no son pocos los que se preguntan como en el tradicional juego: ¿Y dónde está Wally?
