En el fútbol, por más imprevistos que pueda haber, hay algunos temas que no están sujetos a ningún tipo de análisis: si jugás mal, por lo general perdés.
Y algo de eso sucedió este sábado en el Gigante de las Vías. Deportivo Norte fue un fantasma que deambuló por la cancha sin que su arquero atajara, sin que sus defensores respondieran, con un mediocampo que perdió mucho más de lo que ganó y con delanteros que chocaron todo el tiempo ante los defensores rivales.
Y así, es muy difícil conseguir algo en noventa minutos en los cuales el rival (que tampoco fue una fuente a la que le brotaron ideas) con el simple expediente del orden y de aprovechar las pelotas detenidas terminó quedándose con una justa victoria.
Deportivo Norte perdió 2 a 0 con Defensores Juveniles, pero pareció haber perdido la brújula futbolística que tuvo en el inicio del campeonato. A las ausencias por lesión, indisciplina o sanción se sumaron las ausencias de varios jugadores que pasaron por la cancha sin enterarse que se estaba jugando un partido, y de un técnico que lejos estuvo de acertar con los cambios.
Dos derrotas consecutivas seguramente harán replantear esquemas, nombres y actitudes. Queda mucho por delante, lo más importante aún está por jugarse. El Depo está a tiempo, pero partidos como el de ayer deberán quedar definitivamente archivados si se aspira a ser protagonista.
Tomy está recuperado
Lo más importante al finalizar el partido fue conocer el estado de salud del arquero del Depo, Tomás Güizzo. El «uno» salió lesionado con traumatismo de cráneo y momentánea pérdida de conocimiento cuando se jugaban apenas cuatro minutos de juego, tras caer mal luego de chocar en el aire con un compañero.
Fue trasladado al Sanatorio donde se le realizaron los estudios correspondientes y fue el propio jugador quien minutos después del partido volvió al estadio y dio la tranquilidad a todos. «Estoy bien, me duele todavía la cabeza y estoy algo mareado, pero estoy bien. Según la tomografía solo fue un golpe fuerte y nada más», dijo Tomy antes de entrar a saludar a sus compañeros por el vestuario.
