A un cuarto de siglo de haber sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, la Estancia Jesuítica vuelve a ocupar un rol central en la agenda cultural de la ciudad. El municipio organiza actividades especiales para recordar el valor histórico, turístico y social de este sitio que marcó un antes y un después.
A 25 años de la histórica declaración de la UNESCO, la ciudad de Alta Gracia celebra con orgullo un aniversario que reafirma la importancia de su patrimonio.
En 1999, la Manzana y Estancias Jesuíticas de Córdoba fueron incorporadas a la lista de Patrimonio de la Humanidad. Entre ellas se encuentra la emblemática Estancia Jesuítica de Alta Gracia – Casa del Virrey Liniers, uno de los símbolos más representativos de nuestra historia.
Desde aquel reconocimiento internacional, la Estancia se transformó en un punto de referencia cultural y turística. El municipio destaca que este hito “puso a la Estancia en los ojos del mundo”. Impulsando el turismo, fortaleciendo el valor arquitectónico del sitio e invitando a la comunidad a proteger sus raíces.
A lo largo de estos años, la ciudad consolidó su identidad alrededor de este legado. Donde la memoria, la naturaleza y la cultura conviven en equilibrio.
Para celebrar el aniversario, la Municipalidad de Alta Gracia anunció una agenda especial de actividades. El viernes 5 de diciembre se realizará un acto protocolar a las 19 horas. Seguido por la presentación de “Córdoba Arte en Zapatillas” a las 20.
En tanto, el sábado 6, a las 20 horas, tendrá lugar un concierto de la Camerata de cuerdas de la Orquesta Alberto Ginastera.
Con gratitud y orgullo, la ciudad celebra 25 años de historia viva y un legado que une a vecinas y vecinos en la tarea de proteger y proyectar el futuro de Alta Gracia.
